31 de diciembre de 2009

Feliz año a todos


Bueno, nos encontramos en el último día del año y desde aquí quiero desear a todos los lectores un feliz año 2010. También deseo dar las gracias a todos por ser tan fieles al blog. Espero seguir contando cosas sobre Hitler, que es el personaje que nos interesa. A mucha gente le resulta extravagante dedicar un blog a un personaje como Hitler, pero no debemos olvidar que su figura interesa mucho, con independencia de ideologías políticas, ya que este no es un blog político en absoluto. Como regalo, cuatro fotos de Hitler en Navidad, a color y escaneadas con gran calidad. Un consejo: cuidado con el alcohol, que a veces es mejor comenzar el año en perfecto estado de salud. Saludos a todos.


24 de diciembre de 2009

Navidad

Bueno, estamos en época de Navidad. El año pasado ya vimos un episodio de Hitler de Navidad. Este año nos vamos hasta el año 1937.  Nunca le gustó la Navidad pero ese año estaba muy satisfecho. Según cuenta Toland en Nochebuena se mostró jovial. Estaba junto a su ayudante Krause. Estaban en el apartamento de Hitler envolviendo regalos.  Curiosamente mientras lo hacían, su ayudante anudó un dedo de Hitler. Al Führer le hizo mucha gracia y después decidió celebrar la Navidad de una forma curiosa. Cogieron sus chaquetas, evitaron a los guardias de las SS y salieron a la calle, donde cogieron un taxi.  Durante dos horas el taxista dio vueltas por Múnich, cambiando de rumbo varias veces, hasta que Hitler le indicó el destino: el café Luitpold.

El taxista no tenía ni idea de quién era su ilustre pasajero y pareció aliviado cuando se fue. Seguro pensó que se trataba de dos chiflados. Sin embargo, en vez de entrar en el café Hitler caminó hacia la Königsplatz. El ayudante se asustó, pero Hitler le tranquilizó, "No tema. Nadie se creerá que Adolf Hitler, en Múnich, camina solo por la calle." Sin embargo, cada vez que pasaba alguien, Hitler agachaba la cabeza.  De pronto, comenzó a llover. Hitler llevaba unos zapatos de charol muy resbaladizos y caminaron sin parar hasta que regresaron al apartamento. Cuando llegaron, Hitler se mostró muy satisfecho de su travesura. Al parecer, caminar como un ciudadano más le proporcionó un gran placer. Al día siguiente, el mismo Himmler reprendió a Krause por no informar a las SS.

18 de diciembre de 2009

El Hitler de la historia


El Hitler de la Historia - John Lukacs

Un libro interesante de leer es "El Hitler de la Historia" de John Lukacs. Para los que no lo sepan, Lukacs es uno de los historiadores más enfrentados con David Irving, así que viene bien recordarlo ya que hay muchos que piensan que  solo me abono a los historiadores partidarios de Hitler, como David Irving, o que  intento defender a Hitler.  El libro en cuestión es un repaso a los historiadores de Hitler y contiene reflexiones muy interesantes que hay que tener en cuenta a la hora de hablar sobre Hitler. Vamos a repasar alguna.

En primer lugar Lukacs advierte que "la historia, en sentido amplio, es revisionista; la historia implica enfrentarse múltiples veces a las acusaciones, vuelve una y otra vez a juzgar a las personas y los acontecimientos, sin una ley que lo impida". El término "revisionista" hablando de Hitler parece que ha sido apropiado por los defensores de Hitler, pero yo creo que el revisionismo es siempre importante porque la historia es muy susceptible y cambiante. Lo que durante años resulta un credo para los lectores, es desmontado años después.

Lukacs dice que existen más de cien biografías de Hitler "y sin embargo no puede asegurarse que la ciento uno no vaya a aportar algo nuevo y válido". Mientras Hitler vivió no permitió que se escribiera una biografía suya mostrando sus alabanzas. Nunca me canso de repetirlo: Hitler nunca tuvo ningún interés en que su figura fuera venerada. Se tiende a ver en la figura de Hitler a una persona llena de ansias de poder y gloria. No es cierto. Se puede decir en ese sentido que Hitler fue siempre más modesto que contemporáneos suyos como Churchill o Mussolini, quien sí permitió que se escribieran biografías suyas. También nos dice Lukacs que Hitler "hubiera estado poco dispuesto a escribir o dictar sus memorias". Eso nos da una idea de por qué  es tan fácil verter responsabilidades en Hitler y tan complicado no hallarle culpable de muchos hechos. En una ocasión Hitler dijo que "me tiene sin cuidado lo que diga la historia de mi". Claro que estoy seguro de que cuando pronunció esa frase (muy avanzada la guerra) no se pudo ni imaginar los ríos de tinta que su nombre iba a correr.

Sobre el por qué Hitler resulta un personaje tan atrayente Lukacs dice que "Hitler era más interesante que Stalin, y los nazis que los comunistas... el interés popular por Hitler está tan extendido como antes, en muchos lugares del mundo y en muchos niveles." Esto es perfectamente palpable. No hay día en que no se nombre a Hitler. Incluso es utilizado como arma arrojadiza, casi siempre de manera ignorante y vergonzosa. El más reciente ha tenido lugar estos días tras el debate sobre las corridas de toros en Cataluña. Los taurinos han acusado a los animalistas de ser como Hitler. Esto supone una ignorancia tremenda, por cuanto Hitler ha sido quizá el mandatario más radical por los derechos de los animales que ha tenido la historia. Pero en general se usa el nombre de Hitler como arma arrojadiza.

Interesante resulta el hecho de que Lukacs defienda, al igual que otros historiadores, el hecho de que Hitler "no fue un fenómeno demoníaco sino una figura histórica, que poseía  atributos humanos y estaba dotada de talentos reconocibles."

Para Lukacs la mejor biografía corta sobre Hitler la escribió Ernst Deuerlein y la mejor biografía larga es la de Fest.  Lukacs dice que si tuviera que recomendar una biografía breve recomendaría la de Deuerlein. Yo no he tenido la ocasión de leerla puesto que creo no existe en el mercado español. Corregidme si me equivoco. Sin embargo durante un tiempo he recomendado la biografía de Fest, a falta de una mejor, puesto que Fest incurre en ciertos errores. El problema de las biografías de Hitler es que en ocasiones resultan excesivamente largas. Son verdaderos ladrillos si tenemos en cuenta que Hitler gobernó durante un periodo relativamente breve en la historia. Como sabemos Fest recurre a Albert Speer en muchas ocasiones para estudiar a Hitler. No cabe duda de que Speer representa una parte importante en el estudio de Hitler ya que estuvo muy unido a Hitler, en especial durante la guerra. Sin embargo Speer no resulta en absoluto aclaratorio ya que, tras la guerra, quiso lavar su imagen y quedó a merced del juicio de la historia, lo que le inhabilita en parte. El aspecto que menos me gusta de Fest es la manipulación evidente que tuvo con Speer.

Otro historiador del que habla Luckacs es el ahora muy conocido John Toland, ya que su biografía se ha reeditado hace poco. Yo mismo me encuentro inmerso en su larga lectura. Lukacs dice que Toland estaba fascinado por Hitler. Según Luckacs la novedad de Toland estriba en que Toland hizo numerosos viajes y entrevistas para realizar su biografía. Para hacer su biografía Toland entrevistó a ciento cincuenta y nueve personas entre los que se encontraban secretarias, cocineros, criados y guardaespaldas de Hitler. Sin embargo Luckacs reprocha a Toland el  no haberse involucrado apenas en los archivos históricos. También dice que Toland "tampoco presentó documentación para algunas de su afirmaciones, a menudo sorprendentes." A modo de defensa,  diré que me resulta más relajado leer a un Toland que a un Kershaw, ya que por lo menos trata de no involucrarse personalmente en su biografía y no nos da tantas lecciones de moral innecesarias como acostumbra Kershaw.

Sobre David Irving, Luckacs dice que publicó la primera obra de rehabilitación parcial sobre Hitler. Sin embargo Luckacs no niega que no puede pasarse por alto la contribución de Irving al estudio de Hitler. De hecho, Irving pudo reunir una mayor cantidad de información que Toland para su estudio sobre Hitler.

Con todo, el libro de Luckacs contiene frases que merece la pena recordar:

" El definir a Hitler como loco lo releva de toda responsabilidad, en especial en este siglo en el que una declaración de enfermedad mental exime de una condena judicial. Hitler, sin embargo, no estaba loco. Hitler era un ser humano normal. "

"Hitler no solo poseía un talento intelectual muy considerable, también era valiente, seguro de sí, tenaz en muchas ocasiones, leal con sus amigos y con quienes trabajaban con él, autodisciplinado y frugal en sus necesidades materiales. "

"Una verdad a medias es peor que una mentira puesto que no tiene en ningún caso un cincuenta por ciento de verdad; es la mezcla de una verdad y una mentira al ciento por ciento. En matemáticas, con unos números rígidamente fijados e inmóviles, cien y cien suman doscientos; en la vida humana cien y cien suman otra forma diferente de cien. "

"Puede que Hitler haya sido el líder revolucionario más popular de la historia del mundo moderno. Él era absolutamente distinto, fue capaz, más que ninguno, de estimular a la mayoría de un gran pueblo... los condujo a la prosperidad y al orgullo, inspirándoles una confianza con la que conquistaron casi toda Europa y logrando una hegemonía alemana que se perdió pronto porque se sobrepasó a sí mismo. "

"Hay historiadores que describen a Hitler como un típico hombre de clase media baja, un pequeñoburgués convertido en fanático. Esa imagen es totalmente incorrecta: sí que había unos pocos elementos pequeñoburgueses en sus gustos y modales (cómo no iba a haberlos: nadie puede despojarse por completo de sus orígenes o su infancia); sin embargo, era mucho más importante su aversión a la burguesía."

"Sin embargo, Hitler fue un oponente tanto del capitalismo internacional como del socialismo internacional. De hecho, apreciaba algo más a los comunistas e incluso a ciertos socialistas que a los capitalistas. "

En esta última afirmación encontramos la causa del fracaso de Hitler: él combatió al mundo entero, a los capitalistas y a los comunistas. Una apuesta tan arriesgada como esa estaba ciertamente condenada al fracaso. Sin embargo, Hitler lo intentó. Todo lo que conocemos después de Hitler, han sido añadidos (si se me permite la expresión) y disculpas a la segunda guerra mundial. En los crímenes atribuidos a Hitler la historia moderna encuentra su justificación. Sin embargo, cuando el mundo declaró la guerra a Hitler, no fueron sus crímenes el motivo. El motivo fue que Hitler representaba un peligro para casi todo el mundo.



13 de diciembre de 2009

Noticias Mein Kampf

Al final de la guerra hubo un extraño juicio, sin abogado, y muy breve. La sentencia otorgó al estado de Baviera los derechos de autor del libro de Hitler, Mi lucha, y de todas las propiedades de Hitler. Desde entonces el ministerio de finanzas de Baviera es quien ha luchado por evitar la difusión del libro. Cada vez que alguien ha intentado sacar una edición del libro, el estado tiene un complicado mecanismo, a través del ministerio de exteriores, que prohíbe que el libro llegue a distribuirse. Es por esto, que es tan difícil editar el libro, por no decir imposible. El caso es que no lo han conseguido. Es una batalla perdida. A pesar de que las ediciones que circulan por ahí no son muy buenas, se puede decir que si uno quiere hacerse con el libro maldito, lo puede conseguir. Además, Internet ha posibilitado que se pueda distribuir gratis. Y contra esto, los enemigos de Hitler no pueden luchar. El estado de Baviera tampoco puede hacer nada por evitar la venta del libro en Gran Bretaña ni en Estados Unidos ya que, mientras Hitler estaba vivo, su editorial vendió los derechos a dos editoriales de esos países. Así que, ante semejante panorama, los enemigos de Hitler han decidido realizar otra trama.

La cuestión es que, a partir del año 2015 expiran los derechos del libro. Eso quiere decir que los descendientes de Hitler, es decir, sus sobrinos nietos, podrían distribuir el libro libremente. Así que, vistas las orejas al lobo, el Instituto de Historia Contemporánea de Múnich ha puesto en marcha una operación con las autoridades bávaras, que consiste en editar el libro en una versión comentada. Como han constatado que prohibir el libro es un absurdo, pretenden editar Mein Kampf con comentarios de investigadores que refuten una a una las ideas de Hitler. Es decir, se editará el libro intentando que nadie se lo crea.

"Una edición como la que tenemos planeada terminaría con todos los mitos que rodean a Mein Kampf", ha declarado Horst Moller, director del Instituto. A la propuesta se ha unido el historiador Ian Kershaw, con la desfachatez que acostumbra: "Una democracia madura como Alemania no tiene por qué temer que un volumen tan despreciable como el de Hitler constituya una amenaza para la sociedad".

 "La iniciativa tiene sentido. Creemos que es importante publicar una edición que incluya comentarios críticos. Preparar un volumen de este tipo es necesario para impedir que los grupos neonazis se sigan aprovechando del texto" ha declarado Stephan Kramer, secretario general de una organización judía.

Yo me pregunto qué favor van a hacer a la historia publicando un libro que pretenden rebatir punto por punto lo que el autor quiso decir. ¿Qué sentido tiene la lectura de un libro del que sabes de antemano que han publicado para que no te lo creas? Mucho me temo que lo que se pretende es eliminar de la historia el libro, que no exista. Pero eso es tan descabellado como pretender eliminar al mismo Hitler de la historia.

10 de diciembre de 2009

Otro encuentro casual


Bueno, parece que los objetos de Hitler más variopintos aparecen siempre semi olvidados en garajes o en estanterías. Lo último es un álbum del Führer que un soldado americano recogió del Berghof cuando lo tomaron en el año 1945. El soldado, que aun vive, se lama Pistone (vaya nombre, por cierto). Cuando entró en la casa de Hitler se fijó en unas estanterías y vio un álbum de fotografías de pinturas. Ni corto ni perezoso se lo llevó de recuerdo. Lo curioso de esta historia es que el álbum, como no, ha estado olvidado durante todos estos años y ha sido ahora cuando el anciano se ha dado cuenta del significado del álbum: forma parte de una serie de recopilaciones que Hitler proyectaba para su museo de Linz.

El famoso álbum va a ser devuelto a Alemania mediante una ceremonia en el departamento de estado norteamericano. Al parecer, en Alemania ya disponen de 19 álbumes descubiertos en Berchtesgaden y que formaban parte del proyecto de Hitler del museo en la ciudad de Linz.

La historiadora alemana de arte, Birgit Schwarz, está convencida de la autenticidad del álbum.

Lo que me parece increíble es el saqueo del que fue objeto Alemania mientras fue invadida. No puedo entender que se conquiste la casa de Hitler y dejaran entrar a los soldados alegremente y se llevaran todo cuando quisieran sin que ningún superior lo impidiera. Tampoco puedo entender esa actitud propia de cosacos, cuando supongo que cualquier documento que se encontrara en una casa de Hitler pudiera tratarse con la suficiente confidencialidad. Pues no amigos, parece que quienes liberaron Europa en 1944 y 1945 se dedicaron única y exclusivamente a saquear cuanto pudieron para llevárselo como recuerdo. Y eso que se han pasado la vida explicando el consabido "expolio nazi" de obras de arte. En fin...

En otro orden de cosas, hace poco un portal británico ha divulgado el historial militar de Hitler durante la primera guerra mundial. He intentado acceder al historial del Führer pero tengo la impresión de que, como no, es de pago. El documento describe a Hitler como "cabo, artista, católico y mensajero". Se puede visitar en esta dirección: http://www.ancestry.co.uk/ Quizá alguno tenga más suerte que yo. En todo caso, es increíble pero tengo la impresión de que han divulgado la noticia de Hitler para hacerse publicidad. Seguro que tienen más busquedas con la palabra "Hitler" que con otra.

En el registro se puede encontrar más o menos lo siguiente:

Se cuentan sus heridas como “ligeramente herido en Le Barque por una granada de artillería en el muslo” en octubre de 1916 y “gaseado en La Montagne, llevado al hospital” en octubre de 1918. También se detallan todas las condecoraciones que obtuvo Hitler, algo que ya hemos tratado en este blog.

8 de diciembre de 2009

Seguimos a vueltas con el cadáver de Hitler

Ya vimos hace poco que unos investigadores llegaron a la conclusión de que los restos del cráneo de Hitler que se encuentran en Moscú pertenecían al cadáver de una mujer. Ahora los rusos han salido al paso de esa noticia diciendo que guardan la mandíbula y partes del cráneo de Hitler. Dicen que los restos de Hitler fueron destruidos por orden de los dirigentes soviéticos. También aseguran que su tumba en Alemania Oriental se guardó en secreto para que no se convirtiera en un santuario de neonazis y que sus cenizas fueron esparcidas a un río. Eso sí, aseguran que guardaron un trozo de cráneo y mandíbula que se encuentran en la sede  del Servicio Federal de Seguridad, lo que antes era conocido como KGB.





El actual jefe del Servicio Federal de Seguridad  Yuri Jritoforov, ha reiterado que los restos de Hiter y otros dirigentes del III Reich fueron destruidos para evitar que sus tumbas se convirtieran en un centro de peregrinación. Asegura que el 4 de abril de 1970 sus cuerpos fueron incinerados y sus restos arrojados al río Biederithz.  Al ser preguntado por las informaciones publicadas por científicos de la Universidad de Connecticut en donde se aseguraba que los restos que quedan pertenecen al cadáver de una mujer el general ruso ha dicho que "ningún investigador norteamericano ha presentado una solicitud al Archivo del FSB "y aunque permitiéramos tomar muestras de ADN, nos preguntamos con qué compararían esos datos".

Evidentemente en esta historia algo falla. Nos encontramos ante un problema a la hora de contrastar las informaciones ya que la Unión Soviética jugó durante muchos años al engaño con el asunto del cadáver de Hitler. Y parece que la actual Rusia sigue la misma táctica.

Uno de los encargados de quemar el cadáver de Hitler fue su chófer  Erich Kempka. En su libro "Yo quemé a Hitler" asegura que el fuego consumió los cadáveres de Hitler y Eva Braun pero que "una incineración completa parecía imposible debido a la constante caída de granadas soviéticas. La operación duró desde las 14 horas hasta las 19.30 aproximadamente. En el transcurso de la tarde conseguí que mis hombres se procurasen , en las más difíciles condiciones que cabe imaginar, varios cientos de litros más de gasolina."

Más adelante Kempka asegura que "los restos carbonizados de Hitler y su mujer fueron recogidos a continuación y sepultados en una pequeña tumba al pie del muro de la que había sido mi vivienda."

Como vemos, por mucho que los rusos se empeñen, todo son rumores en torno al cadáver de Hitler. Las noticias más inverosímiles surgen cada cierto tiempo. Yo tengo la sospecha de que, ante semejante  caos de información, se pretende engañar al público de manera descarada. Se oculta información, se engaña y se miente de manera deliberada. Como siempre, debemos de ser muy cautos y no creer la información ambigua que nos llega.

4 de diciembre de 2009

Un coche de Hitler

En los últimos meses se viene hablando de un coche que perteneció al Führer, un Mercedes 770 K de edición limitada, que un multimillonario estaba dispuesto a comprar. Un comerciante alemán llamado Michael Fröhlich se ha encargado de localizarlo (en la imagen junto al vehículo). Este hombre asegura que el vehículo se ha localizado en un garaje a las afueras de Düsseldorf. En el mismo garaje había otros cinco vehículos, uno de ellos el utilizado por el ministro de asuntos exteriores Ribbentrop. El comerciante asegura que no hay duda de que ese coche era el del Führer pues dispone de una carta del fabricante Mercedes.

La historia del vehículo es la siguiente: al terminar la guerra el coche fue a parar a Austria, después estuvo en un museo del automóvil en Las Vegas y de allí fue a parar de nuevo a Alemania comprado por un millonario magnate de la cerveza.  Cuando este millonario murió en 2008 su viuda lo vendió, pero se ignora el comprador.


El nuevo propietario es un multimillonario ruso que esta dispuesto a pagar por el vehículo entre 4 y 10 millones de euros. Así pues, el coche de Hitler puede que acabe en Rusia, ya que la operación aun no está cerrada.

El Mercedes de Hitler se fabricó en Alemania durante los años 30 y 40. Sólo se fabricaron 300 unidades y en su momento fue el coche más caro de Alemania.

28 de noviembre de 2009

Hitler en Bangladesh

La fama de Hitler es tan grande que hasta en las calles de Dhaka, en Bangladesh, se vende su Mein Kampf. En la foto vemos a un vendedor callejero que dice que se vende tan bien que todos los días vende varios ejemplares. Y no es el único que lo hace. Muchos vendedores ambulantes venden Mein Kampf porque al parecer se los quitan de las manos.

"Por alguna razón, el libro de Hitler está de moda entre la gente educada. Creo que muchas personas han visto a Hitler en el cine y quieren saber más de él" dice Mabul, el chico de 15 años de la imagen.

 La popularidad de Hitler nunca deja de sorprendernos.

26 de noviembre de 2009

Sellos y monedas del III Reich




Recientemente he tenido la suerte de que me han regalado estas monedas y sellos del III Reich. Nunca he sido coleccionista de objetos del III Reich, supongo que porque siempre había pensado que conseguir objetos debía de resultar caro y costoso. Pero parece que con Internet la cosa es más fácil, además, las monedas y los sellos del III Reich son relativamente baratos. El caso es que al poco de recibir las monedas, un amigo bloggero ha tenido la amabilidad de enviarme los sellos. Me ha hecho mucha ilusión tener unos objetos que representan una pequeña parte de la historia. Una cosa que yo no sabía es que no existen monedas con la imagen de Hitler, sin embargo sí existen sellos. Desconozco el motivo pero ya lo voy a investigar. Si os fijáis, hay un sello con la imagen de Heydrich. Es un sello realmente bonito. Pertenece a una serie de homenaje al protector de Bohemia y Moravia tras su asesinato. Al parecer hubo un acto oficial al que asistió Hitler para conmemorar la figura de Heydrich y después se autorizó la emisión del sello. 

18 de noviembre de 2009

Los éxitos de Hitler

El nombre de Hitler se asocia a lo peor del ser humano. Constantemente se intenta que todas las generaciones sepan quién fue Hitler. La prensa, el cine, los colegios y las universidades se encargan de ello constantemente. Recientemente una encuesta británica llegó a la absurda conclusión de que 1 de cada 20 escolares identificaba a Hitler con un entrenador de fútbol. Pero la conclusión es ilusoria porque en todas las encuestas los encargados ofrecen varias respuestas, así que si hubieran puesto como respuesta "Hitler fue un famoso cocinero" el titular habría sido "1 de cada 20 estudiantes cree que Hitler fue un cocinero". En todo caso, que 19 de cada 20 estudiantes sepan quién fue Hitler, nos da una idea de lo popular del personaje. Aun así, alguien pretende que el 100% de la población identifique a Hitler a la perfección. Para mi es un misterio ese empeño. No ocurre con ningún otro personaje histórico. Lo que tampoco logro entender es que la sociedad ponga el grito en el cielo cuando aparecen bandas de neonazis, cuando lo cierto es que la información sobre Hitler es abrumadora. No es de extrañar pues, que tras semejante promoción de Hitler, siempre surjan admiradores. Incluso aunque esa promoción sea tan negativa como es el caso de Hitler.

Pero hubo una época en la que Hitler fue un personaje muy popular, admirado y querido, tanto en Alemania como en el extranjero. Hacia 1937 Hitler consiguió éxitos impresionantes.  En solo cuatro años logró elevar la calidad de vida de los alemanes a unos niveles no conocidos. Consiguió elevar la calidad de los servicios sanitarios "a un grado tal que muchos extranjeros quedaron impresionados" (J.Toland). La mortalidad infantil se redujo drásticamente. Muchas enfermedades, como la tuberculosis, disminuyeron notablemente. Los jóvenes tenían una buena forma física. El diputado británico Arnold Wilson quedó tan impresionado que escribió "hasta las personas más pobres van mejor vestidas que antes, y sus rostros alegres atestiguan su buena salud psicológica". Continuo con Toland: "las condiciones de trabajo mejoraron con más ventanas, menos hacinamientos y mejores lavabos. Todas las oficinas y talleres se mantenían limpios y ordenados; había flores en abundancia, de modo que los trabajadores pudieran también disfrutar su entorno. Nunca el obrero había gozado de privilegios semejantes". A los obreros se les ofrecía acceso a la cultura y podían ver gratis teatro, exposiciones, películas y cursos educativos. Como ya hemos visto, se inicio lo que ahora conocemos como "turismo". Hitler pretendió extender la igualdad en todo el país. Incluso el explorador judío Sven Hedin escribió que "Hitler estaba dotado de una pasión irrefrenable por la justicia, una visión política inspirada, una perspicacia infalible y una preocupación genuina por el bienestar de los conciudadanos".

Toland dijo que si Hitler hubiera muerto en 1937 "sin lugar a dudas habría bajado a la tumba como una de las figuras más grandes de la historia alemana". De la misma forma que no se puede dudar de que Hitler fue un personaje nefasto para millones de personas, tampoco se puede dudar de su preocupación por el bienestar de sus ciudadanos. En alguna ocasión ya he hablado sobre las ideas de Hitler. Muchas de ellas nos parecen ahora lógicas, pero no cabe duda de que fue un adelantado a su época. Según Toland " preveía otras innovaciones para el futuro. En las grandes ciudades habría aparcamientos subterráneos automatizados, centros libres de tránsito, numerosos parques y espacios verdes, y un control estricto de la contaminación. Como parte de su obsesión personal por la limpieza, el problema de la polución lo preocupaba de tal modo que exhortaba a la industria a comprometerse con la eliminación completa de los gases nocivos". Como vemos, Hitler ya se anticipó a los problemas de contaminación que sufrimos en la actualidad y cabe preguntarse si con un Hitler triunfante hubiera sido posible el deterioro de la capa de ozono.

Otro logro importante en la política de Hitler fue la consecución del pleno empleo, algo que pocos regímenes han conseguido. Como es conocido, Hitler fue un apasionado de la arquitectura y el urbanismo. En la biografía de Toland podemos leer en boca de Hitler:

"El espacio es esencial y me deleita ver a nuestros arquitectos trazar proyectos amplios y espaciosos. Sólo así evitaremos el surgimiento de ciudades en las que las casas están amontonadas casi unas encima de las otras, como puede verse en Zwickau, Gelsenkirchen y muchas más. Si me desterraran a una ciudad de este tipo, privada de toda belleza, perdería el ánimo y la alegría con tanta seguridad como si me desterraran de mi patria. Por lo tanto estoy decidido a que por lo menos cierto grado de cultura y belleza penetre hasta la más humilde de nuestras aldeas para que, paso a paso, el atractivo de todas nuestras ciudades alcance un grado elevado"

En todo caso, lo cierto es que las democracias ven en Hitler a un peligro porque su régimen ha sido la única alternativa con éxito que ha surgido en la historia. Ningún otro régimen cosechó los éxitos de Hitler. Es evidente que las democracias "copiaron" muchas de las ideas de Hitler.

9 de noviembre de 2009

La casa donde nació Hitler

A la izquierda vemos la casa donde nació Hitler, en Braunau am Inn en 1889. La imagen corresponde a una postal editada durante el III Reich.  Durante años la casa ha sido una biblioteca, incluso un banco. En la actualidad la casa se utiliza como ayuda a minusválidos. Sin embargo en la actualidad la casa está en venta por un módico precio de tres millones de euros. Los vecinos temen que la compre alguien que la utilice como un destino de peregrinaje de grupos neonazis. El caso es que el alcalde de la ciudad ha asegurado que va a hacer todo lo posible para que eso no suceda. El problema es que el ayuntamiento no tiene suficiente dinero para ello. Muchos historiadores han sugerido que la casa se convierta en un museo, sin embargo el alcalde se niega. En la ciudad viven con el lastre de que Hitler nació allí y supongo que no hay día que no se lo recuerden. Es como una maldición. Los franceses, sin embargo, siempre han sabido explotar todos sus productos maravillosamente. Convirtieron a un Napoleón derrotado en un héroe y hoy podemos ver en Francia todos sus monumentos, tumba etc y los franceses no se sonrojan en absoluto. Comprendo que hacer de Hitler un Napoleón es un ejercicio muy arriesgado, pero creo que en Braunau se debería intentar algo. El problema de Hitler es que, si no hablas mal de él. Se corre el riesgo de que surjan oleadas de admiradores. Hitler es así. Tiene aún suficiente carisma. Y claro, Hitler, que hasta la fecha ha sido la única alternativa con éxito de las democracias, ha de ser presentado siempre como un demonio. ¿Qué ocurrirá? Bueno, de una cosa estoy seguro: no se va a convertir en un santuario nazi. Si el ayuntamiento no tiene dinero, alguien lo pondrá. Eso contando con que no se derribe la casa por algún motivo. Siempre se puede decir que la casa está a punto de derrumbarse, que no se por qué no se ha dicho antes. Vamos a esperar a ver qué ocurre. 

6 de noviembre de 2009

El asunto Röhm en diferentes versiones


He estado comparando la forma de narrar los hechos del asesinato de Röhm con cuatro historiadores bien diferentes: John Toland, David Irving, Ian Kershaw y Joachim Fest.

Como es bien conocido, el jefe de las SA era Röhm. Desde hacía años existía descontento entre el ejército, el presidente Hindemburg, los industriales y el creciente poder de las SA. Röhm pretendía continuar una revolución más radical. Lo cierto es que Hitler siempre se mostró indeciso y le costaba tomar una decisión. No hay que olvidar los lazos de amistad que le unían a Röhm. En infinidad de ocasiones le defendió, como cuando fue acusado de homosexual, algo que por aquella época no solo estaba penado sino que estaba muy mal visto, no solo en Alemania, también en la mayoría de los países. Sin embargo Hitler nunca quiso saber nada de la vida personal de Röhm, a quien incluso tuteaba y apreciaba. Pero cuando comprendió que su amigo era un incordio para asegurarle en el poder, y cuando la soga estaba muy tensada, tuvo que tomar una de las decisiones más difíciles de su vida, como él mismo admitió.

El mismo Führer se presentó en el hotel en donde descansaba Röhm, en Bad Wiessee. Le acusó de traidor y le informó de que estaba detenido. Después Hitler se dirigió a la Casa Parda. Es muy propio de Ian Kershaw el que diga que "la atmósfera era asesina".  Después Kershaw enumera varias posibilidades sobre la vacilación de Hitler a la hora de ejecutar a Röhm. Como Kershaw tiene un odio patológico hacia Hitler parece que encontró lo que para él es "la principal razón de que Hitler no ordenase matar a Röhm": Hitler vaciló porque matar a Röhm significaría una pérdida de prestigio. Los motivos personales, ni la propia sensiblidad de Hitler no cuentan en absoluto para Kershaw. Este historiador siempre encuentra algún motivo abyecto en todos los actos de Hitler. Pero nunca da pruebas. Es muy típico de él que sus conclusiones vayan acompañadas del consabido "probablemente" para después soltar su propia opinión.  Es por esto por lo que Kershaw me resulta tan molesto. En vez de narrar los hechos de manera imparcial, suelta su opinión a diestro y siniestro, algo que creo que se debe de evitar en una biografía seria.

En donde parece que sí hay un consenso es en que Hitler nunca quiso matar a Röhm. Todos los historiadores coinciden en que fueron Himmler y Göring quienes presionaron a Hitler para que acabase con la vida del jefe de las SA.

Joachim Fest, hace una reflexión muy interesante a propósito del la Noche de los Cuchillos Largos, como la historia ha llamado a la depuración:

"Es muy probable errar en la polémica contemporánea que le mostraba como un sádico sediento de sangre, como la que convertía en placer estético sus ansias asesinas haciendo referencia a partidos príncipes del Renacimiento; y también yerran, posiblemente, los que pretenden verle eliminando a camaradas de muchos años de amistad, partidarios, amigos íntimos, con una despreocupación anímica y con la frialdad del impotente emocional. En realidad, lo uno se ajusta más a la forma de proceder de Göring, lo otro a la de Himmler, quienes llevaban a cabo su negocio asesino con una falta de escrúpulos sumaria. Hitler, por el contrario, parecía hallarse expuesto a una considerable presión interior, cosa que no sucedía con los demás."

Continua Fest diciendo que Hitler tuvo motivos sentimentales en su vacilación a la hora de mandar asesinar a Röhm: "el reflejo de una unión sentimental, la cual, al menos durante algunas horas, se mostró más poderosa que la razón de poder". Después Fest llega a la conclusión de que Hitler no tuvo otra alternativa: "Aun siendo sumamente repugnantes las circunstancias que acompañaron este asesinato del amigo, debe preguntarse si Hitler tenía realmente otra elección. "

Veamos ahora el relato del controvertido David Irving:

"El avión de Hitler aterrizó y el Führer bajó a tierra, mortalmente pálido y muy serio. Felicitó a Göring por la guardia de honor de cuatrocientos soldados de aviación especialmente seleccionados que le aguardaban formados sobre la pista de aterrizaje, luciendo el todavía secreto uniforme de la Luftwaffe. Ya en la cancillería le comunicó a Göring que había ordenado la ejecución de todos los secuaces destacados de Röhm, pero que tenía intención de perdonarle la vida a su viejo amigo, en recuerdo de los tiempos pasados.
Göring se burló de esta muestra de sentimentalismo. Él y Himmler se pasaron todo el día siguiente, el domingo 1 de julio, intentando convencer a Hitler para que usiera el despiadado y lógico colofón a la purga."

La conclusión que saca Irving es que "Se había hecho tabla rasa, una buena limpieza, con unos medios que no eran totalmente del agrado de Hitler.... Lleno de remordimientos, Hitler, desencajado tras el derramamiento de sangre, ordenó el pago de indemnizaciones por los errores y la concesión de pensiones a todos los familiares directos."

Ésta no iba a ser la primera vez que Hitler daba pensiones e indemnizaciones a los familiares de personas condenadas a muerte. Muchos años después, tras el 20 de Julio de 1944, Hitler también ordenó dar pensiones a las viudas y familiares de los militares que participaron en el atentado.

Como vemos, existen muchas formas de narrar los hechos. Y la manera de hacerlo es vital para las impresiones que saca el lector.

31 de octubre de 2009

Fritz Darges y manga japonés

Estos días se está hablando en la prensa sobre la muerte de Fritz Darges, quien fuera ayudante de Hitler durante un tiempo. La anécdota más conocida de este hombre fue precisamente su despido. Según se cuenta, en julio de 1944, unos días antes del atentado, Hitler se encontraba junto a Fritz Darges y una mosca entró en la habitación. Hitler ordenó a Darges que se deshiciera de ella. Entonces a éste no se le ocurrió otra cosa que decirle que eso era competencia del adjunto de la Luftwaffe, Nicolaus von Below, que se encontraba allí mismo. En ese momento Hitler se enfadó y le dijo que debería estar en el frente del este y le despidió.

Es una anécdota un tanto turbia. Porque ese humor es muy típico de Hitler y dudo mucho que se lo tomara tan mal como para despedir a su ayudante, a no ser que existiera otro importante motivo. Por otra parte Darges jamás ha hablado mal de Hitler y le ha sido leal hasta el fin de sus vidas. Así que dudo mucho que ese incidente fuera realmente así.

Al parecer, Darges ha dejado a la posteridad un libro que promete informaciones muy importantes. Claro que esto es típico de la prensa. Dudo mucho que sus declaraciones sean sorprendentes ni nuevas. Ya veremos cuando salgan a la luz.

Hoy me he comprado el libro del autor manga japonés Shigeru Mizuki. Sólo cuesta 12 euros. Lo primero que he hecho ha sido leer los créditos y he comprobado que se trata de un libro escrito en 1971. En ese caso, y no tratándose de un historiador, es lógico que haya que cogerlo con muchas reservas. Muchas. Sobre todo, leyendo la bibliografía que utilizó el autor. En ella aparecen nombres tan dudosos como Hermann Rauschning, quien se dedicó durante años a difamar a Hitler con mentiras, William L. Shirer o Werner Maser. También aparecen nombres japoneses que no conozco. El único historiador "serio" que el autor utilizó fue Alan Bullock, historiador que ya ha quedado un poco desfasado. Pero bueno, entiendo que no se trata de un libro para profundizar sobre Hitler. Se trata de su vida ilustrada. Y en ese sentido resulta gracioso ver a un joven Hitler y las ilustraciones resultan atractivas. Pero nada más. Sin duda se trata de una forma de acercar a Hitler a personas que apenas leen libros y les gusta más el mundo del cómic. El libro, como todos los manga, hay que leerlo al revés. 

28 de octubre de 2009

Hitler... de nuevo en versión manga

Se acaba de editar "Hitler, la novela gráfica" del escritor manga japonés Shigeru Mizuki, que fue soldado en la segunda guerra mundial. Esta vez no se trata del Mein Kampf, sino de la vida de Hitler. El precio del libro no es muy caro, unos 12 euros. Aún no la he visto en las librerías pero si se puede comprar ya por Internet. En cuanto lo tenga en mis manos, haré un comentario. Lo que esta claro es que con Hitler no nos vamos a aburrir nada. Tenemos noticias cada semana.

25 de octubre de 2009

Los inicios en política


He estado escaneando alguna foto de Hitler y me han llamado la atención estas tres, menos conocidas. Dos de ellas pertenecen al periodo de la primera guerra mundial y en ellas observamos a un Hitler en plena camaradería, muy lejos del Hitler solitario que han presentado en muchas ocasiones. El retrato pertenece a la época de la posguerra, cuando Hitler aún pertenecía al ejército. Se puede observar que aún no se había recortado el bigote de la forma tan característica.
Hitler se hizo llamar "wolf", lobo, después de la primera guerra mundial. Su mismo nombre se puede traducir como "lobo afortunado". "Wolf" le llamarían sus amigos íntimos y en el futuro la mayor parte de sus cuarteles generales tendrían también ese seudónimo.

La primera vez que Hitler voló en su vida fue para ir a Berlin, junto a Röhm. Por aquella época apenas existían los vuelos comerciales y viajar en avión constituía todo una odisea. El piloto que llevó el avión fue nada más y nada menos que Ritter von Greim, quien tendría un lugar protagonista en los últimos días de Hitler casi 25 años después. Bien, pues en esa ocasión Hitler vomitó en varias ocasiones. Alemania entera estaba bajo la amenaza de la revolución y había miles de obreros en huelga. Hitler tuvo que bajar del avión con una barba postiza para no caer en manos de los comunistas. ¿Os imagináis que impagable sería una foto de Hitler con barba postiza? Bueno, lo cierto es que Hitler se bajó del avión jurando que nunca más volvería a volar. Como sabemos, no lo cumplió. Después fue uno de los primeros líderes en utilizar un avión para desplazarse durante las campañas electorales. Y ya como canciller, el avión se convirtió en su medio de transporte habitual.

Cuando Hitler comenzó en política, Alemania era un hervidero político. La revolución bolchevique amenazaba al país entero. Hitler se dedicó a la política porque consideraba que la derrota de Alemania había sido injusta, lo que se llamó "la puñalada por la espalda". Pero, ¿fue ese el verdadero motivo? Mucho se ha especulado al respecto. Muchos soldados alemanes que lucharon en la primera guerra mundial se sintieron muy decepcionados porque tantas muertes y tantos sufrimientos fueran en vano. Hitler fue uno de esos soldados. Pero Hitler por entonces no era un ignorante. Había leído mucho y conocía perfectamente el panorama político. Cuando comenzó en política sabía perfectamente lo que hacía. Los primeros mitines políticos de Hitler fueron en una famosa cervecería de Múnich y en el Zirkus Krone. No se me ocurre un entorno menos adecuado para acabar siendo canciller de un país. Pero en aquella época las revoluciones empezaban en cervecerías, bares o carpas de circo. Cuando Hitler hablaba era habitual que las jarras de cerveza volaran por encima de las cabezas del público. Muchas de esas jarras iban dirigidas a Hitler, quien las esquivaba con gran habilidad. Lo que me llama la atención de esa época es que Hitler, muy al principio, se hiciera tan notorio. Al poco tiempo de ingresar en el partido, Hitler ya tenía chófer y guardaespaldas.

Leyendo la biografía de Toland, he visto un hecho poco conocido sobre Hitler. Se trata de la primera vez que Hitler pisó una cárcel. Fue detenido por incitar al desorden público y encarcelado en la prisión de Stadelheim. Estuvo cinco semanas encerrado. Otro dato que desconocía era que por aquella época Hitler estaba escribiendo un libro llamado precisamente "El Tercer Reich". Sin embargo nada se sabe de ese libro así que supongo que eso formará parte de una leyenda. A pesar de todas las dificultades, Hitler recordaría su primera época en política con añoranza:

- Mis recuerdos más felices son de aquella época. Hoy, cuando me encuentro con alguno de ellos, me emociono extraordinariamente. Me demostraban un aprecio realmente conmovedor. Gente que tenía puestos pequeños en los mercados venía corriendo a verme "para llevarle un par de huevos a Herr Hitler"... Siento mucho cariño por esos individuos sin pretensiones.

12 de octubre de 2009

John Toland (1)


Llevo varias semanas leyendo la biografía de John Toland de Hitler. Confieso que compré el grueso libro con muchas reservas pero que, de momento, no me está defraudando. Aún es pronto para hacer una valoración de la biografía, ya que estoy haciendo las oportunas anotaciones y tengo que comprobar muchas fuentes. Por ejemplo, la biografía peca de recurrir a fuentes no muy fiables pero, teniendo en cuenta que se escribió en los años setenta, es comprensible. Menos comprensible es que historiadores más recientes, como Kershaw, las sigan utilizando. Para empezar, me agrada el estilo en el que está escrita. Los pasajes dedicados a la muerte de la madre de Hitler son especialmente conmovedores. Toland desmitificó muchos aspectos de la juventud de Hitler y la narración que hace de ella es bastante correcta. Por ejemplo, la descripción que hace del joven Hitler no es la habitual en otros biógrafos. Así ve Toland al joven Hitler:

"Hitler no era ni orgulloso ni arrogante; por el contrario, era servicial y bondadoso... si alguien necesitaba dinero para pasar otra noche en la pensión, él contribuía de buena gana con su parte..." Cuando Hitler abandonó Austria para ir a Múnich, sus compañeros de residencia lo sintieron. "Con él perdíamos a un buen camarada; nos ayudaba a todos siempre que podía".


Este tipo de declaraciones no son las habituales en las biografías de Hitler. Siempre es más aceptable un joven Hitler solitario y taciturno. Cuando Hitler marchó a Múnich, fue reclamado por Austria para hacer el servicio militar. Al no vivir en Austria, Hitler se expuso a un arresto y a una multa por eludir su obligación. Hitler tuvo que pasar una noche en comisaría. Hitler escribió entonces una carta aclaratoria a Linz:

- En la notificación se me describe como pintor. Ese título me corresponde por derecho, pero sólo es correcto en un sentido limitado. Es verdad que me gano la vida como pintor por cuenta propia, pues carezco por completo de otros ingresos (mi padre fue funcionario público), pero lo hago sólo para continuar con mis estudios. No puedo dedicar más que una parte de mi tiempo a ganarme el sustento, pues todavía no he completado la etapa de formación como pintor arquitectónico. En consecuencia mis ingresos son muy exiguos y apenas alcanzan para vivir al día. Yo era un joven sin experiencia ni respaldo financiero y demasiado orgulloso para pedir ayuda a nadie o mendigar. Sin ningún apoyo, no contaba más que con mis propios recursos, y las coronas y heller percibidos por mi trabajo a menudo bastaban solamente para conseguir un lugar donde dormir. Durante dos años, mis únicas amigas fueron la aflicción y la necesidad, y no tuve otro compañero que el hambre constante e insatisfecha. Nunca conocí la belleza de la palabra "juventud". Hoy, después de cinco años, mis recuerdos todavía conservan la forma de dedos, manos y pies congelados. Aun así, no puedo recordar aquellos días sin cierta alegría, ahora que lo peor ha quedado atrás. Pese a la gran necesidad y a haber frecuentado ambientes poco recomendables, mantuve limpio mi apellido y no soy culpable ante la ley y tengo la conciencia limpia, excepto por no haberme presentado para incorporarme al servicio militar, pues no sabía en ese entonces que se me habia convocado. Es lo único de que me siento responsable. Una multa moderada debería ser suficiente, y yo la pagaría sin protestar".
Después de pasar un examen, Hitler fue declarado "no apto para el combate ni para servicios auxiliares; demasiado débil. Incapaz de portar armas". Esto no preocupó en absoluto a Hitler ya que no deseaba pertenecer al ejército austriaco. Ciertamente el dictamen del tribunal no fue muy bueno, habida cuenta del comportamiento posterior de Hitler como soldado durante la primera guerra mundial, en donde se distinguió por su valentía.

Tenemos otra carta escrita por Hitler, cuando ya estaba en el ejército que escribió a su casero, el sastre Popp.  La publiqué en el blog, aquí. Por lo demás, los compañeros de Hitler le apreciaban bastante. "Es un tipo un poco raro y vive en un mundo aparte, pero por lo demás es buena persona", comentó uno de sus compañeros. A Hitler le llamaban "Adi" y en general resultaba un compañero excelente, siempre dispuesto a ayudar a los demás. Resultaba especialmente entretenido estar con él durante las largas horas que transcurrían entre combate y combate porque Hitler siempre tenía conversación. También se dedicaba a pintar. Ya por aquella época Hitler se encontró cara a cara con la muerte y, sin embargo, siempre salía con vida de las más difíciles situaciones. Toland dice que "era como si lo protegiera un amuleto o conjuro". Ciertamente, esto ocurriría siempre a lo largo de su vida. En general, los soldados estaban encantados de estar junto a Hitler porque decían "Si Hitler está con nosotros, nada sucederá" (Fest, pag. 1009). Toland también pone en boca de Hitler una frase que no tiene ninguna fuente, por lo que podemos tener reservas a la hora de valorarla:

- Oiréis hablar mucho de mí. Esperad solamente a que me llegue el momento.

Es una frase que queda muy bien en un jóven Hitler pero que es muy probable que no sea cierta. Dudo mucho que Hitler quisiera dedicarse a la política en aquella época. Aunque también es cierto que Hitler pensaba que iba a triunfar en el mundo de la arquitectura, así que bien la pudo pronunciar pensando más bien eso que en el famoso gobernante que acabó por convertirse.

Uno de los aspectos que se ha tratado sobre el Hitler de la primera guerra mundial es por qué solo ascendió hasta el grado de cabo, cuando Hitler perfectamente podría haber ascendido más. Toland tiene una versión más adecuada para eso, lejos de otras que aseguran que a Hitler no lo ascendieron porque no valía. Toland dice que Hitler era más importante como mensajero y que no podía ascender a una categoría superior a la de cabo porque si lo promovían tendría que renunciar a las tareas de mensajero y la unidad perdería a uno de sus mejores correos. El mismo Joachim Fest dice en su biografía que el mismo Hitler fue quien se negó que lo propusieran para el ascenso (pag. 108).

Durante los años de guerra, los soldados tenían que comer a menudo carne de gato o de perro. Hitler, que no podía llevar una dieta vegetariana como era su deseo, tuvo que conformarse con comer en alguna ocasión algún gato, ya que se veía incapaz de comerse un perro. Pero, nos dice Toland, la comida preferida de Hitler en aquella época era una simple tostada untada con miel o mermelada.

Conocemos bien la obtención de Hitler de la Cruz de Hierro de primera clase. Sin embargo, Hitler recibió más condecoraciones. Son estas:
- El 17 de septiembre de 1917: Cruz Militar de tercera clase con espadas.
- el 9 de Mayo de 1918: El Regimentsdiplom por su valentía.
- El 18 de Mayo de 1918: La medalla a los heridos.
- El 25 de Agosto de 1918: La medalla al servicio de tercera clase.


Creo que estos datos son suficientes para acallar a aquellos que han insinuado que Hitler no fue valiente durante la guerra y que consiguió la Cruz de Hierro a base de artimañas.

8 de octubre de 2009

David Solar


No he leído nunca un libro de David Solar. Ni tengo pensado hacerlo. Confieso que tampoco debería perder el tiempo leyendo sus entrevistas ni sus artículos. Pero como apasionado de Hitler que soy, me pica la curiosidad. También es importante conocer la opinión de una de las personas que más escribe sobre Hitler en España. No es la primera vez que se habla de D.Solar en este blog. El historiador se encuentra promocionando su último libro, que no recuerdo el título, algo así como "La venganza de Hitler" o algo parecido. El título del libro le lleva a Solar a disertar sobre el asunto allá donde vaya. Lo primero que llama la atención es la palabra "venganza". Personalmente creo que tratar de entender a Hitler bajo el prisma de la venganza es un error garrafal. Porque, aunque nos disguste la política de Hitler, bien pudo tener razón en sus motivos. Lo uno no quita lo otro.  Veamos lo que dice el diccionario sobre la palabra "venganza":

"Satisfacción que se toma del agravio o daño recibidos"

Evidentemente los triunfos de Hitler le proporcionaban satisfacción personal. Pero Hitler no se caracterizó por la venganza. Pudo imponer un armisticio mucho más duro a Francia y no lo hizo para no herir el orgullo francés. Según Solar, "Hitler soñaba su venganza". Pero yo añadiría: ¡estaba en su derecho! En una época en que las potencias europeas, Estados Unidos y Japón se expandían, Alemania tenía también todo su derecho. Hoy en día nos sorprende mucho ver que Hitler "devoraba" países. Pero es que el contexto ha cambiado mucho. En aquella época existía la colonización. Precisamente Gran Bretaña era el país que más colonias tenía en el mundo. Rusia siempre fue un país expansionista. Así que, de entrada, no me parece justo criticar a Hitler por querer expandirse, máxime cuando las potencias vencedoras de la Primera Guerra Mundial obligaron a Alemania a ceder vastas extensiones de suelo. Criticar a Hitler por su política expansionista es demagogia pura.

Uno de los aspectos sobre los que más se incide a la hora de hablar sobre Hitler es la famosa "puñalada por la espalda" tras la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial. No solo se dice que no existió, sino que "Hitler se la tragó". Según Solar "la puñalada por la espalda" es una tesis falsa. Y Hitler era tan tonto que se la tragó. Esto es un reduccionismo absoluto. No solo Hitler se tragó la farsa sino que convenció a todo un país para que se la tragara a su vez. Es decir, Solar está explicando la historia según la óptica aliada de la época, lo cual reduce el entendimiento de la misma historia.

David Solar tiene una forma de explicar a Hitler muy anticuada. No se abona a los nuevos tiempos en absoluto. Escribe como lo hacían los historiadores hace décadas. Claro, que para el poco exigente público español, con eso basta. Sin embargo una nueva hornada de historiadores han surgido que se plantean el "fenómeno Hitler" desde otra óptica más imparcial. Lo que menos necesitamos a la hora de entender a Hitler son historiadores de ese tipo. Necesitamos historiadores más arriesgados que no tengan miedo de llamar a las cosas por su nombre y no nos vendan a un Hitler "que se traga países" movido por su sed de venganza. Eso está bien para un público conformista e infantil. Pero con esas tesis pasadas de moda no se avanza nada en absoluto.

La noticia de la conferencia de Solar aquí.

3 de octubre de 2009

Encuestas y cráneos



La última semana la noticia más importante en torno a Hitler sigue siendo el debate generado en torno al cráneo de Hitler. Parece que el hecho de que ese cráneo no sea de Hitler ha disparado de nuevo los rumores de que Hitler escapó en un submarino o se subió a V2 rumbo a la luna. El más disparatado es que sigue viviendo en Estados Unidos, con lo que estaríamos hablando de un Hitler de 120 años. Todo un récord en supervivencia. Ese tipo de especulaciones nunca han dejado de ser lo que son: rumores. Y no van a pasar de eso por el hecho de que el cadáver de Hitler siga sin aparecer. Personalmente dudo mucho que aparezca. Pero ese fue el deseo de Hitler, que parece ser que lo consiguió. Podríamos hablar de que ese fue uno de sus últimos triunfos.

Bien, tenemos este mes una nueva encuesta, sugerida por un lector, sobre cómo crees que sería el mundo en caso de un Hitler triunfador en la guerra. La verdad es que es un ejercicio para la imaginación tremendo, habida cuenta de los muchos mitos que rodean a Hitler y su III Reich. Hace años Robert Harris escribió una novela titulada "Patria", que era una fabulación histórica de una Alemania nazi victoriosa. El libro era una bazofia. El autor demostró muy pocos conocimientos sobre el nazismo y cayó en todos los tópicos manidos que existían sobre ese movimiento. Pero ese tipo de libros suelen tener muy buena crítica internacional. En general se suele dejar volar la imaginación intentando dar la vuelta a la historia. Las respuestas que pongo en la encuesta tampoco ayudan mucho a la hora de intentar explicar todo lo compleja que es la pregunta. Pero es una encuesta y las encuestas tampoco nos dicen mucho de sus resultados. En la anterior encuesta, sobre la culpabilidad de la guerra, Hitler ha salido el más votado con un 49% de votos, seguido de Churchill con un 37%. Claro que en la anterior encuesta, la gente votó que no le consideraban responsable de la segunda guerra mundial. En general la gente que vota en este blog suele ser bastante magnánima con Hitler. Yo creo que existe un tipo de personas que han leído mucho sobre Hitler y tienen una imagen muy diferente sobre su persona que la que nos da la prensa y los historiadores.

30 de septiembre de 2009

Mein Kampf en Manga!



Bueno, pues aquí tenemos la portada del Mein Kampf ¡en versión Manga! Ha sido todo un éxito y ya ha superado los 50.000 ejemplares vendidos. El editor del libro ha declarado que "la intención es que un libro tan famoso como ese sea accesible y que la gente lo lea más fácilmente", no queremos hacer apología de unas ideas que condujeron a una tragedia, sino que cada uno se forme una opinión".

 Eso sí, desconozco si el famoso libro está prohibido en Japón, porque un proyecto así en Alemania o Francia sería impensable. Y menos en formato Manga, porque podría atraer a los más jóvenes. Hay una ley que permite publicar en Japón libros de obras extranjeras anteriores al año 1970.

Para los más curiosos, decir que "Mi Lucha" en japonés se dice "Waga Toso". En la misma colección aparecen obras como La Metamorfosis de Kafka o El Capital de Marx, aunque ha sido el de Hitler el que más ha vendido.

28 de septiembre de 2009

Nuevas investigaciones sobre el cráneo de Hitler


Sobre los restos atribuidos a Hitler y que se encuentran en Moscú, ya hice un post hace un tiempo. Personalmente nunca he creído que esos restos fueran de Hitler. Pero ahora el hecho parece corroborarse con unas investigaciones recientes de ADN.

 Parece que los análisis de ADN hacen más por la historia que los mismos historiadores.Unos investigadores estadounidenses han llegado a la conclusión de que el cráneo que se encuentra en Moscú, corresponde al de una mujer de entre 20 y 40 años. Y la noticia, cómo no, ya ha hecho saltar nuevas especulaciones en torno a Hitler. La primera que me llama la atención es que se deja caer que Hitler probablemente no murió en el búnker. A nadie se le ocurre pensar que su cadáver, que fue incinerado, fuera esparcido por una ciudad repleta de cadáveres. De confirmarse que el cráneo de Moscú no es el de Hitler no creo que la historia cambie sustancialmente. Simplemente el cadáver de Hitler desapareció y punto. Por cierto, ese fue el deseo de Hitler, que nadie encontrara su cadáver. No creo que este descubrimiento tenga que cambiar en absoluto la historia. Simplemente corrobora las sospechas de que los restos encontrados por los rusos son falsos. Es conocida la obsesión de Stalin de tener el cadáver de Hitler. Es probable que le llevaran uno falso para saciar su sed de venganza. Se dice que el dictador soviético utilizaba el cráneo de Hitler como cenicero. Claro, que eso también puede ser un mito. Lo que debemos extraer de este nuevo estudio es lo siguiente: el cadáver de Hitler nunca se encontró. No creo que el hecho de que el famoso cráneo de Moscú sea el de una mujer, nos venga a demostrar que Hitler fue un cobarde y no se pegó él mismo un tiro. Esto entra ya dentro de la llamada "industria Hitler" y que, una vez más, se ha puesto en marcha con un nuevo tema. La noticia la podéis ver aqui.

27 de septiembre de 2009

¿Fué Hitler una persona insensible?


Al hablar de Hitler se tiene la impresión de que se trató de una persona insensible ante el sufrimiento ajeno. A Hitler nunca le importaron las consecuencias de una acción para conseguir un fin. El fin para él era lo más importante, con independencia del resultado. Si ese método fue correcto o no, la historia acabará por decidirlo. Sin embargo, a pesar del sufrimiento ocasionado,  Hitler no fue una persona insensible. Todo lo contrario. Hitler, como ser humano, tenía sentimientos y fue capaz de sufrir por la pérdida de sus seres queridos.

 El primer ejemplo lo tenemos en el fallecimiento de su madre. Cuando su madre enfermó de cáncer, Hitler se encontraba en Viena. Hitler recibió una carta de la esposa del jefe de correos comunicándole que su madre se encontraba grave. Hitler se apresuró a regresar a casa de su madre. Durante toda su agonía cuidó de su madre con mimo y ayudó en las tareas del hogar. Su madre se encontraba muy enferma pero se alegró mucho de tener a su hijo preferido junto a ella. Durante la agonía, el comportamiento de Hitler cambió mucho. Quiso agradar a su madre en todo. Cuando finalmente falleció, Hitler se sumió en una gran depresión. Los que le vieron (el doctor que atendió a su madre, su amigo de juventud Kubizek) aseguraron que nunca habían visto a una persona tan afectada por la pena como a Hitler. Durante el resto de su vida la recordó. El retrato de ella siempre le acompañó donde fuera. Y es muy posible que al final de su vida, Hitler pensara en su madre, porque también en el búnker tenía su retrato. En la imagen de arriba, Hitler deposita unas flores en la tumba de sus padres con ocasión de la anexión de Austria al Reich.



Otra muerte que Hitler nunca superó fue la de su sobrina Geli Raubal. Como es sabido, Hitler tomó la tutela de su sobrina y se la llevó a vivir a su apartamento. Allí se pegó un tiro mientras el Führer se hallaba en un viaje electoral. La noticia de la muerte de su sobrina sumió a Hitler en una depresión de la que tardó en recuperarse. Durante semanas Hitler perdió las ganas de vivir e incluso estuvo a punto de quitarse la vida. Sus más cercanos aseguran que vieron llorar a Hitler por esa muerte. Durante el resto de su vida, Hitler hizo un culto de la figura de su sobrina. La habitación en la que se quitó la vida se convirtió en algo sagrado. La dejó intacta y Hitler iba a meditar a menudo allí.

Con ocasión del vuelo de Rudolf Hess a Gran Bretaña Hitler confió a la señora Bruckmann:

- Todos tenemos nuestras tumbas y nos vamos quedando cada vez más solos, pero debemos sobreponernos y seguir viviendo, ¡mi queridísima señora! Yo también me he quedado sin los dos seres humanos, de entre todos los que me rodean, a quienes he querido con toda el alma: ¡el doctor Todt ha muerto y Hess ha preferido alejarse volando de mí!


El ministro de armamentos, el doctor Todt, antecesor del famoso Speer, murió en un accidente de aviación. Tras su muerte, era habitual oír a Hitler lo mucho que había sentido su muerte. Dijo que se trató de "un duro golpe".

Otros aspectos que denotan la sensibilidad de Hitler son los referentes a su trato con los animales y el arte. Desde muy joven Hitler sintió cariño y respeto por los animales. Durante la primera guerra mundial, Hitler adoptó un perrito al que cogió gran cariño. El perrito era muy listo y se convirtió en el pasatiempo del regimiento. Siempre dormía junto a Hitler y fueron inseparables. Pero en una ocasión le robaron al perrito. Hitler siempre lo recordaría. Incluso en los últimos meses de su vida, Hitler tuvo momentos de recuerdo para aquel perrito. "Quien me lo robó, no sabe lo que me hizo", solía decir. Durante el III Reich se prohibió la experimentación con animales. Incluso durante la guerra, Hitler instauró también una cartilla de racionamiento especial para las familias que tenían perro.

Uno de los aspectos en donde Hitler sacaba más a relucir su sensibilidad era en el arte. Tanto en la pintura, la arquitectura y, especialmente la música, Hitler siempre mostró una gran sensibilidad. Durante una representación de wagneriana Hitler se sentía transportado.

Y, por supuesto, su relación con Eva Braun, no deja lugar a dudas sobre un Hitler humano. Incluso Hitler quiso que Eva Braun se alejara del búnker para evitar su muerte, pero Eva le siguió hasta la muerte. Se trata de una historia de amor realmente increíble que, si se llevara correctamente, podría ser una buena película.