27 de septiembre de 2011

Novedades

Hitler proyectó la construcción de un complejo de hoteles para obreros, a precios bajos, en el Báltico. Al parecer, el estallido de la guerra impidió el proyecto. La cuestión es que el hotel ha vuelto a inaugurarse reconvertido en un albergue juvenil, lo que no dista mucho de la idea original, que era que fuera un hotel barato. El complejo mide más de 4 kilómetros. Por supuesto se teme la visita de grupos de neonazis y la gerencia del hotel ya ha avisado que los mantendrán a raya. Claro que la cuestión es que no hace falta tener la cabeza rapada y vestir tirantes para ser admirador de Hitler. De hecho, la mayor parte de los actuales admiradores de Hitler no tienen pintas de neonazis. 

Últimamente es muy habitual que empresas que colaboraron con el III Reich estén pidiendo disculpas al personal. Esta vez le ha tocado el turno a BMW. La táctica siempre es la misma: aparece un reportaje en el que se vincula a una empresa con Hitler y el resto viene solo, un revuelo mediático y la empresa se ve "obligada" a disculparse. En realidad esta técnica es relativamente nueva. Como es lógico, durante el III Reich muchas empresas participaron activamente en la creciente economía alemana. Al fin y al cabo ¿para qué está una empresa más que para ganar dinero? En general el "gancho" para que las empresas pidan disculpas es la utilización de mano de obra que ellos llaman "esclava". Bien, a mí me parece un galimatías, ya que en tiempos de guerra todos los países utilizan mano de obra esclava. Qué les pregunten a los alemanes que trabajaron para los soviéticos durante años... El hecho curioso es que esto ocurra 66 años después de acabada una guerra. Personalmente me parece absurdo, a no ser que, como mucho nos tememos, haya mucho dinero en juego. 

Otra firma que ha tenido que pedir disculpas ha sido Hugo Boss. Según la prensa, su fundador Hugo Ferdinand Boss, apoyó a Hitler. ¿Pero quién no lo hizo en los años 30? Es un absurdo, pero ahora la empresa tiene que pagar el precio mediático. Recientemente se ha publicado un libro que relata el pasado del fundador de la famosa marca. Al parecer, en sus talleres empleó a 140 prisioneros franceses y a 40 polacos. Si me dieran a elegir entre coser pantalones o fabricar bombas V2, pues lo tendría bien claro. Decir que Hugo Boss murió en 1948, y que ese pasado nazi apenas era nombrado hace años. Ha sido recientemente, con la obsesión mediática por lo nazi, cuando ha salido a relucir.

Por cierto. No se cuándo le tocará el turno a la empresa "Fanta", que como todos sabemos, se fundó durante el III Reich. Aunque como Fanta ahora es propiedad de "Coca-Cola" puede que se salve de la quema.

Otra noticia digna de ser comentada es que representantes de las ciudades natales de Hitler, Stalin y Mussolini se van a reunir precisamente. Hitler estará representado por partida doble: Braunau y Berchtesgaden. Aún no sabemos las tonterías que van a tratar. Pero es de suponer: "debemos reforzar las democracias" "nunca más" "nunca olvidar"... vamos lo de siempre. La ironía del destino es que se junten en la ciudad natal del Führer "representantes" de dos de los personajes que lucharon a muerte por ganar una terrible y sangrienta guerra.

No hay que olvidar que tanto Braunau como el Berghof son lugares muy visitados por los turistas.

Y bien, finalizamos la sección de novedades con una alegría: el historiador Ian Kershaw dice que se retira del tema del nazismo. Se ve que ya le ha reportado suficientes ganancias y seguirá viviendo cómodamente con los  réditos. Los que seguís este blog conocéis mi inquina por el último biógrafo de Hitler. Su último libro, no obstante, parece interesante. Se llama "The End" (El Final) y trata de responder a cómo Hitler pudo resistir tanto tiempo, asediado por todos los flancos como estaba. La idea es interesante, pero en manos de este historiador, declarado enemigo de Hitler, nos podemos imaginar que el libro estará repleto de difamaciones.

18 de septiembre de 2011

Diarios de Goebbels -2ª Parte-

Continuamos con la segunda parte de los diarios de Goebbels.  El ministro reflejaba el carácter criminal de la guerra, sobre todo en lo concerniente a la guerra aérea:

- Entre Einsenhower y Harris se han intercambiado telegramas de felicitación por la destrucción de las ciudades del Oeste. Estos telegramas constituyen documentos históricos de la especie más infame. Creo que dentro de 50 años los europeos han de mirar con repugnancia esta muestra de cinismo. Los dos gánsters mayores consideran un acto heroico la destrucción de una ciudad que sea exponente de la cultura alemana. Se ufanan de sus crueldades y brutalidades, con lo que demuestran no estar a la altura de los triunfos conseguidos, que no merecen.

En el diario tenemos también la famosa denominación sobre la ocupación Soviética, que en general se atribuyó a Churchill erróneamente:

- Es una vieja táctica del Kremlin, en el momento en que los soviets ocupan un país, echar un telón de acero, a fin de poder perpetrar tras él sus horribles crímenes.

Interesantes opiniones sobre Hitler y la guerra:

- El Führer ha decidido que, a pesar de las extraordinarias dificultades que ello supone, prosigan las evacuaciones en el Oeste. Estas evacuaciones son prácticamente inviables, dado que la población se niega a abandonar sus pueblos y ciudades. Por lo tanto, habría que emplear la fuerza, y ¿dónde están los hombres necesarios para aplicarla, y dónde, las personas dispuestas a tolerarla? La decisión tomada por el Führer parte de premisas erróneas. Así lo deduzco de un informe que me ha presentado Speer, después de un viaje realizado al Oeste. Speer ha estudiado detenidamente la situación y ha sacado la conclusión de que prácticamente no se puede seguir evacuando. Speer se muestra muy contrariado por las medidas adoptadas. Sustenta el punto de vista de que no puede ser el objetivo de una política militar conducir a un pueblo a una derrota heroica, tal como indicaba ya el propio Führer en su libro Mein Kampf con toda claridad, por lo menos respecto a la Primera Guerra Mundial. Este principio debe aplicarse ante todo a la diplomacia alemana que la actual situación de la guerra no ha encontrado todavía la posibilidad de sacar a Alemania de esta guerra de dos frentes que nos está destruyendo y despedazando poco a poco.

La amargura de Goebbels queda reflejada en estos pasajes de sus diarios:

- Se le oprime a uno el corazón al ver tan singular obra arquitectónica arrasada en un segundo. ¡Tanto trabajo, para construir el teatro y restaurar en el estilo original la Sala del Trono y la Galería Azul! ¡Con cuánto esmero tratamos cada mural y cada mueble! Y ahora todo destruido... Hoy, 13 de marzo, hace exactamente doce años que tomé posesión de este ministerio. Mal augurio para los doce años siguientes.

En otra ocasión a Goebbels ya no le sirven las promesas de Hitler:

- No podemos dejar morir al pueblo por falta de decisión para arrancar la raíz de nuestra desgracia. El Führer me dice que actualmente se construyen cazas y bombardeos de los que espera bastante. Pero eso lo hemos oído ya tantas veces que nos resulta imposible hacernos ilusiones.

Es evidente que a esas alturas de la guerra Hitler tenía puestas sus esperanzas no solo en la ruptura de los aliados. Aparte de la construcción de cazas y bombardeos, albergaba esperanzas en la guerra submarina:

- El Führer quiere tratar nuevamente de consolidar los frentes. Espera algunas victorias de la guerra submarina, especialmente cuando entren en acción nuestros nuevos submarinos que todavía no han sido lanzados al ataque.

En todo caso, Goebbels seguía admirando a Hitler y teniendo fe en él:

- La presencia del Führer me impresiona cada vez más. Es conmovedora la firmeza interior con que, a pesar de sus aflicciones físicas, se hace cargo de las cosas y trata de dominarlas.

- El Führer me ha enviado las notas taquigráficas de las reuniones del Estado Mayor correspondientes a los días críticos que precedieron al avance soviético sobre Pomerania. Estas actas revelan una verdadera tragedia. En aquellas reuniones, el Führer insistía una y otra vez en que los soviets atacarían Pomerania y contradecía a los expertos que oponaban que el ataque iba a ser dirigido contra Berlín. Por desgracia, el Führer se abstuvo de traducir en órdenes su opinión que se fundaba más la intuición que en el conocimiento, por lo que cada cual hizo lo que quiso, incluso Himmler. Estas actas son la prueba de la incapacidad de nuestros jefes militares. El Führer estaba en lo cierto, lo expuso a sus colaboradores y éstos no supieron sacar conclusiones...

- De estas actas se desprende que el Führer estaba en lo cierto. Pero resulta estremecedor comprobar que los consejeros militares del Führer no solo no le entienden, sino que desobedecen sistemáticamente sus órdenes claras y categóricas. ¿Cómo puede confiar todavía en tales consejeros? Aquí está, a mi modo de ver, la causa de nuestros fracasos.... El Führer me explica con detalle cómo pudo llegarse a tal situación y agrega que lo mismo ocurrió en Moscú y en Stalingrado. Él estaba en lo cierto; pero sus asesores militares le fallaron.


- El primer ministro belga Van Acker ha declarado en una entrevista periodística que nosotros, los alemanes, llevamos a Bélgica 20 veces más alimentos que los aliados. A pesar de todo, éstos aparecen como liberadores del hambre y la injusticia social.

El 20 de marzo comenta la visita de las Juventudes Hitlerianas y que, por error, se han considerado a menudo como imágenes del 20 de Abril:

- El Führer ha recibido a un grupo de muchachos de las Juventudes Hitlerianas que, en los combates del frente del Este, han conquistado la Cruz de Hierro. Les dedica una alocución extraordinariamente simpática y alentadora que nosotros difundimos en un comunicado de Prensa:



Una opinión de Goebbels para la controversia, que aun hoy se discute:

- Los norteamericanos se han metido en la cabeza establecer una paz mundial sobre la base del imperialismo económico norteamericano. 

Otra de las conversaciones que Goebbels mantuvo con Hitler:

- Mantengo a continuación una conversación de dos horas con el Führer, a quien encuentro en extremo fatigado y maltrecho, tras las peripecias y sobresaltos de estos últimos días. Pero mantiene un ánimo excelente. Da la impresión de que solo lo sostiene su férrea voluntad. Para quien le ha tratado durante años, es una sensación francamente conmovedora. Acerca de la situación militar se muestra incluso desesperado. Concretamente, en el Oeste no creía que llegásemos a vernos ante semejante calamidad. Me dice que los hechos lo han alterado mucho. Esta vez no consigo animarlo ni con mis ejemplos históricos.

Sobre las violaciones de los soldados soviéticos a las mujeres alemanas dice:

- Conti ha dado a los médicos alemanes la autorización para la práctica del aborto en las mujeres violadas por los bolcheviques. Este problema adquirirá grandes proporciones en el futuro, dado que un número de mujeres alemanas han sido contagiadas de enfermedades venéreas por los soldados soviéticos.

Observaciones sobre Hitler:

- Mientras hablamos, paseamos por el jardín de la Cancillería. Gracias a Dios, el Führer se encuentra en buena forma física; por cierto, como en todos los momentos críticos. También en este aspecto es francamente admirable. Sólo observo con tristeza que cada vez anda más encorvado.

- El Führer sigue pensando que la crítica situación del Oeste es resultado de una traición de las altas esferas.

- Si bien el Führer está acertado en sus suposiciones, raramente saca de ellas las debidas consecuencias.

- Es francamente trágico ver al Führer, un revolucionario de gran talla, rodeado de gentes tan mediocres.

- Como he dicho, el Führer se muestra inclinado a disculpar a Göring en cierta medida.

- El Führer cree que Saur vale más que Speer.

- Causa franca admiración el que el Führer, ante el dilema planteado en el frente, impertérrito, siga confiando en su buena estrella. A veces, tiene uno la impresión de que vive en las nubes. Pero son ya tantas las veces en las que, como un Deus ex machina ha bajado de las nubes.

- Como he dicho ya, en principio, el Führer enjuicia correctamente las cosas; pero no actúa en consecuencia.

- De todos modos, hoy el Führer hace cuanto puede hacer. Que el destino decida lo que tenga que ocurrir. Desde luego, hay que añadir que los actos del Führer se orientan más hacia lo material que hacia lo personal.


- El Führer demuestra ahora un miedo al micrófono que no alcanzo a comprender. Tiene razón al argumentar que en un discurso tiene que poner por lo menos algo; y que por el momento no dispone de nada.

Y bien, ahora toca tratar el controvertido último acto de Goebbels, su suicidio y el de su familia. En el anterior post, un lector dijo que solo por este hecho la historia condenará a Goebbels. Es curioso resaltar que el asesinato de los hijos de Goebbels no ha sido hasta la fecha un acto que la gente recuerde del famoso Ministro de Propaganda. Se le conoce más por su papel de inventor de la propaganda moderna. 

Como hemos visto, Goebbels conocía de primera mano la conducta del Ejército Rojo. Sabía que ese Ejército saqueaba los territorios conquistados, que tenía la rabia dentro y que se producían numerosos casos de violaciones y asesinatos de civiles. Con la muerte de los niños, el matrimonio Goebbels pensó en ahorrarles sufrimientos futuros. Veamos las últimas cartas escritas por el matrimonio:

Goebbels escribió una carta a Harald Quandt, el hijo de su esposa, el 28 de abril de 1945 en donde le decía, entre otras cosas:

- No te dejes desorientar por el ruido del mundo que ahora empezará a sonar. Un día las mentiras caerán por su propio peso y la verdad triunfará sobre ellas. Llegará la hora en la que nosotros esteremos por encima de todo, limpios y sin mancha, como fueron siempre nuestra fe y nuestro afán.

Magda Goebbels también escribió a su hijo mayor:

- Quiero que sepas que permanezco al lado de papá contra su voluntad y que este último domingo el Führer todavía quería ayudarme a salir de aquí. Ya conoces a tu madre: los dos llevamos la misma sangre, no tuve que pensarlo ni un momento. Nuestra magnífica idea se desmorona, y con ella, todo lo que en mi vida conocí de hermoso, admirable, noble y bueno. El mundo que vendrá después del Führer y del nacionalsocialismo no merece que se quiera vivir en él. Por ello, he traído conmigo a los niños. La vida que se avecina no es digna de que ellos la vivan y un Dios bondadoso ha de comprender que yo misma los libere.... Sólo tenemos un objetivo: ser fieles al Führer hasta la muerte, y poder terminar nuestra vida con él es una gracia del destino con la que nunca nos atrevimos a contar... Todos tenemos que morir, ¿y no es más hermoso vivir menos pero con honor y valentía que tener una vida larga en condiciones vergonzosas?.

Bien, pues ahí, en esas últimas frases de Magda Goebbels, tenemos la justificación de la muerte de sus hijos. 

Según Wilfred von Oven, que trató a Goebbels, la muerte de Blondi, la perra de Hitler, tuvo un doble motivo:

- "La muerte de Blondi y sus cachorros no sirvió únicamente para asegurar la efectividad del suicidio del matrimonio Hitler. El procedimiento tenía también por finalidad probar la manera más fácil e indolora de suministrar el mortífero veneno a los niños de la familia Goebbels. La perra Blondi cayó al suelo como fulminada por un rayo en cuanto se le introdujo la cápsula de cianuro en la boca, aplastándola con una tenaza plana. De manera similar procedió el dentista con los niños adormecidos por la madre. Sabía cómo abrirle la boca a una menor dormida para aplastar la cápsula en la cavidad bucal. Magda Goebbels no podría haberlo hecho, aun desde el mero punto de vista técnico, e independientemente de la entereza mostrada en esos dantescos momentos, que Otto Günsche calificó de heroica. Los niños nada sabían de todo eso. La única que quizás sospechaba algo era Helga, la mayor, una niña de extraordinaria inteligencia, despierta, y de una madurez espiritual precoz. "

11 de septiembre de 2011

Diarios de Goebbels -1ª Parte-

Acabo de terminar de leer la última parte de los diarios de Goebbels, que comprende las fechas desde el 28 de  Febrero al 10 de Abril de 1945. Goebbels era incansable. Después de sus ajetreados días de trabajo, casi nunca olvidaba redactar su famoso diario, que estaba destinado a servir de base para futuros libros sobre la contienda. Aunque, como sabemos, el ministro llevó un diario prácticamente siempre. Lejos de valorar si los diarios son auténticos (si fueran una falsificación habría que felicitar a los falsificadores, ya que los diarios contienen abundante e importante información) paso a destacar algunos pasajes que me han llamado la atención:

La tónica general de sus últimas anotaciones es la amargura que le producía a Goebbels el hecho de que Hitler no se decidiera a deshacerse de personas que él consideraba ineficaces, con Goering a la cabeza. Por más que el ministro le insistiera al Führer, éste nunca tomaba la decisión. Esto nos demuestra que Hitler fue un dirigente un tanto indeciso. En general le costaba prescindir de sus colaboradores más antiguos. Goebbels anota el 28 de febrero de 1945:

- Tiene que remodelar a Goering por dentro y por fuera o ponerlo en la calle. Por ejemplo, es una burda grosería que en la actual situación de la guerra, el primer oficial del Reich, ande por ahí con un uniforme gris plata. ¡Qué actitud tan frívola frente a los acontecimientos! ¡Esperemos que el Führer consiga hacer de Göring un hombre otra vez! El Führer se alegra de que la esposa se haya instalado en Obersalzberg, pues ejercía sobre él una influencia perniciosa.... El Führer elogia, por el contrario, la sencillez y la transparencia de mi vida familiar. Sólo así podemos afrontar el tiempo presente.

Otra cuestión que me ha llamado la atención, es el hecho de reflejar constantemente las atrocidades cometidas por los soviéticos:

- Las noticias que recibimos de las atrocidades bolcheviques son innumerables. Tienen un realismo aterrador y reflejan una crueldad insuperable. Tengo el propósito de darlas a conocer a la opinión pública internacional. 

- Presento al Führer mi plan de propaganda para la difusión de las atrocidades soviéticas y le comunico mi intención de hacer intervenir a Guderian. El Führer se muestra plenamente de acuerdo con el plan... las atrocidades son tan espantosas que el pueblo no debe ignorarlas. Se hiela el corazón al leer estos informes.

Este pasaje me ha hecho reflexionar sobre la información y la propaganda. En la actualidad los crímenes del III Reich son bien conocidos por el mundo entero. Ello es debido a la continua propaganda contra Hitler que se ha hecho desde acabada la guerra, y que continúa de manera creciente. A nadie se le escapa. Pero si Alemania hubiera ganado la guerra ¿no tendríamos hoy en día películas, libros y demás panfletos sobre la crueldad de Stalin y los soviets? Probablemente muchos de los que leéis esto, estarías en otro blog dedicado a Stalin. Con todo, opino que el pueblo alemán sufrió mucho más de lo que imaginamos y que debería ser reconocido ese hecho. Goebbels se encargó de propagar estos actos de vandalismo. Sabía que era además una forma de que el pueblo alemán luchara con más intensidad contra el invasor soviético:

- Desde los territorios orientales nos llegan noticias de actos de extrema crueldad. Son verdaderamente espeluznantes. Es imposible detallarlos uno a uno. 



Un aspecto que los historiadores han criticado mucho sobre Hitler es el hecho de que éste tomara personalmente tantas decisiones durante la guerra. Goebbels dijo al respecto:

- El Führer no está en situación de confiar en sus asesores militares. Le han mentido y defraudado tantas veces que ahora él tiene que ocuparse hasta del último detalle. Gracias a Dios, así lo hace, pues de lo contrario las cosas estarían todavía mucho peor de lo que ya están.

Sobre el avance soviético nuevamente:

- De Rumanía nos llegan noticias de que toda la población rumana recuerda con nostalgia del tiempo en que los alemanes ocupaban el país.


No por ello Goebbels pensaba que iban a perder la guerra. Su fe en la victoria era sorprendente:

- Por consiguiente, en este sector, tendremos que acometer después de la guerra una tarea monumental. De todos modos, creo que con los métodos modernos de construcción podremos conseguir mucho. 

A pesar de ello, el ministro no era tonto. Sabía perfectamente lo que iba a ocurrir con los países que ocupaba Stalin:

- Los norteamericanos quieren hacer primer ministro de Polonia  a un príncipe de la Iglesia. Me parece que en el Kremlin se van a morir de risa ante esta propuesta. 


Sobre la evacuación de los alemanes:

- En total han sido evacuadas hasta ahora 17 millones de personas. El porcentaje es realmente aterrador. Los distritos están ocupados en un 400 por ciento. Es fácil imaginar las condiciones de vida. De todos modos, en esto nos favorece el nivel de la vivienda, francamente lujoso que manteníamos antes de la guerra.

En otra ocasión, el ministro hace referencia a un libro suyo que iba a publicar:

- Por la tarde me dedico a la corrección de mi nuevo libro La ley de la guerra del que va a hacerse una edición masiva en formato de bolsillo. Este libro no contiene artículos actuales sino más bien clásicos sobre la guerra, su filosofía y sus tesis fundamentales, publicados por mí durante los últimos años en Reich y Volkischer Beobachter.

Sobre las visitas de Hitler al frente:

- El Führer ha hecho una visita al frente del Este, al primer Cuerpo de Ejército. La visita estuvo dedicada principalmente a las divisiones "Döberitz" y "Berlín". El efecto de la visita del Führer al frente, tanto entre los oficiales como entre la tropa, ha sido enorme. Me parece conveniente que el Führer vaya ahora al frente con más frecuencia, a fin de acallar definitivamente los repugnantes rumores de que el Führer no se preocupa del frente lo bastante. Lo hace, si, pero de un modo distinto al que pueden imaginar las primitivas mentes de los soldados. De todos modos, por motivos psicológicos, es necesario que, en el orden puramente humano y personal, el Führer se muestre en el frente tal como es en realidad.

Sobre los bombardeos:

- Ahora se nos plantea el problema de que, en los territorios occidentales ocupados por los angloamericanos, la población se muestra relativamente amistosa hacia ellos. Esto no lo esperaba yo; creí que la milicia se batiría mejor. Pero no se debe olvidar que los bombardeos han hecho sufrir a esta gente hasta el extremo de desmoralizarla por completo.
A causa de la guerra, y principalmente, de los bombardeos, han sido totalmente destruidos hasta ahora en el Reich unos seis millones de viviendas.

Sobre Hitler el 5 de marzo hace esta interesante descripción:

- Por la noche, asisto a una conferencia en el despacho del Führer. A diferencia de la última vez que lo vi, lo encuentro deprimido, lo cual hay que atribuir, naturalmente al desarrollo de las operaciones militares. También su salud flaquea. Según observo con dolorosa sorpresa, el temblor nervioso de su mano izquierda ha aumentado considerablemente. Su visita al frente, realizada el sábado último, transcurrió satisfactoriamente. El Führer ha vuelto de ella profundamente impresionado. Los generales demostraron una excelente actitud y los soldados lo aclamaron. Es una lástima que el Führer se haya negado a dar un comunicado a la prensa sobre su visita al frente. Hoy sería tan necesaria como el pan de cada día.

- En general, el Führer ha vuelto a causarme una profunda impresión. Los terribles golpes que estamos recibiendo no le han alterado en absoluto. Posee una firmeza admirable. Si alguien puede dominar esta crisis es él. No hay quien pueda comparársele. 

Sin embargo, muy mal de salud no debía de estar Hitler, a tenor de estas declaraciones posteriores:

- Por la noche, hago al Führer una visita de varias horas. Lo encuentro extraordinariamente seguro y firme y también su estado de salud me parece excelente.

- Me alegro mucho de haber encontrado al Führer en perfecta forma física, moral y espiritual.

En otras declaraciones, tenemos el clavo ardiendo al que se agarraron Hitler y los suyos:

- Éste es el requisito para que la guerra pueda tener un final satisfactorio: que la crisis en el campo enemigo estalle antes de que nosotros hayamos caído.

- Por lo que respecta a la situación política, el Führer se muestra esperanzado. También él observa con satisfacción que en el campo enemigo se agrava la crisis política. Yo le respondo que el avance de la crisis es demasiado lento para nosotros. Todo estriba en si podremos esperar a que acabe de madurar. El Führer señala acertadamente que Inglaterra está cansada de la guerra. También a él le llamó la atención la noticia de Washington de que los Estados Unidos van a reconocer a los Estados bálticos. Al parecer, entre bastidores está desarrollándose un violento altercado entre anglo-norteamericanos y soviéticos. Pero tengo que repetir una vez más que el altercado no es lo bastante trascendental para suponer un alivio para nosotros.

El Führer está convencido de que si hay en el campo enemigo una potencia que quiera entablar negociaciones con nosotros, ésta ha de ser siempre la Unión Soviética. Stalin tiene muchos problemas con los anglonorteamericanos y, además, es de los que pretenden llevarse botín de la guerra, al igual que nosotros. Por lo tanto, llegará la hora en que se canse de sus eternos conflictos con los anglonorteamericanos y busque otras posibilidades.

- El objetivo que persigue el Führer es hallar una posibilidad de entendimiento con la Unión Soviética y luego proseguir la lucha contra Inglaterra con la más brutal energía... Naturalmente las atrocidades soviéticas son espantosas y constituyen un serio handicap para los propósitos del Führer. 

- Por lo que se refiere a la situación de nuestros enemigos, el Führer sigue estando plenamente convencido de que la coalición del adversario se romperá.

(al respecto hay que decir, que tanto Goebbels como Hitler estaban en lo cierto: la coalición se rompió, como todos sabemos, pero demasiado tarde para ellos)

En las circunstancias en las que se encontraban los alemanes, tan lamentables, es de comprender que no pudieran atender ni siquiera a los prisioneros de guerra. Muchos prisioneros morían simplemente porque ya no se daban las circunstancias para poder atenderlos. Por aquellos días, los alemanes detestaban con razón a los ingleses y americanos, que a diario les bombardeaban y les dejaban sin hogar. Aún y todo podemos ver algo de humanidad en el doctor Goebbels:

- El Führer se opone categóricamente a la adopción de medidas de socorro para los prisioneros de guerra anglonorteamericanos que actualmente son trasladados desde el Este a las proximidades de Berlín. Se trata de 78.000 hombres que no pueden ser debidamente atendidos y que se encuentran infestados de piojos y, la mayoría, enfermos de disentería. En las actuales circunstancias, poca asistencia podemos darles. Tal vez se pueda recurrir a la Cruz Roja de Ginebra para procurarles una existencia medianamente humana. 

Goebbels opina también que la culpa de la catástrofe de Alemania se debía a Ribbentrop:

- Yo sigo pensando que la culpa es, esencialmente, de Ribbentrop. Cuando Hewel me dice que Ribbentrop se halla totalmente desmoralizado me quedo indiferente. Ribbentrop merece un castigo mayor que la desmoralización y la depresión. Él fue el mal espíritu del Führer que lo llevó de una enormidad a otra. 

La opinión del ministro sobre otros líderes de la contienda:

- Tito es quien va a sacar tajada. Realmente, ha demostrado ser un caudillo de gran calibre.
- Churchill ha podido contemplar por primera vez con sus propios ojos los resultados de su guerra aérea... miró con expresión placentera el campo de escombros que se extiende entre Jülich y Aquisgrán. La viva imagen de Nerón que, mientras ardía Roma, él tocaba la lira, contemplando la Ciudad Eterna desde lo alto de su palacio. Imposible encontrar un símbolo que mejor exprese el caos y la ruina desatados en Europa por la política anglo-norteamericana.
- Si el pueblo italiano pensara o hubiera pensado como el Duce, la guerra habría tomado otro rumbo. Pero el pueblo italiano no se merece al Duce y no vale ni un tiro de salva.

Franco es la típica gallina histérica. Cuando la ocasión le parece propicia, eriza las plumas; pero, pasado el incidente, vuelve a mostrarse pusilánime y cobarde. 

Goebbels se refiere al asesinato de dos falangistas españoles por comunistas.


Sobre el bombardeo de Dresde:

- Por la noche viene a hacerme una visita el jefe de grupo Alvensleben, jefe de la Policía y de las SS de Dresde. Me describe la catástrofe de Dresde en términos terribles. Allí tuvo lugar una tragedia como ha habido pocas en la historia de la humanidad, ni siquiera durante esta guerra.

Un hecho ciertamente sarcástico es que los bombardeos aliados y la destrucción y muerte que produjeron ¡también son achacados a los nazis! En la actualidad incluso se da por hecho que Alemania se redujo a escombros por culpa de Hitler. Goebbels habla al respecto:

- Al leer los informes anglo-norteamericanos sobre la destrucción de Colonia, casi da la impresión de que nosotros hemos reducido a escombros la hermosa ciudad hanseática. Los norteamericanos muy particularmente nos reprochan haber provocado estos daños con nuestros empeño por continuar la guerra. Un mundo de contradicciones, mentiras y farisaísmo como ni la más exaltada fantasía podría imaginar. Pero yo confío que de estos terribles errores e incomprensiones ha de surgir un mundo mejor y más hermoso.

En medio de tanta destrucción y desolación, era posible encontrar zonas en Alemania prácticamente ajenas a la guerra. Al contemplarlas, parece que Goebbels sintió envidia:

- La gente del campo lleva todavía una vida bastante tranquila. Es digna de envidia.
- El paso por Mecklemburgo es un alivio. El paisaje está intacto y respira una profunda paz. Si se mira superficialmente, se puede no advertir siquiera que estamos en guerra.

A pesar de que la norma común es que se han detallado las condiciones en que se encontraban los trabajadores extranjeros en Alemania, lo cierto es que debía haber también trabajadores en buenas condiciones, como lo demuestra este pasaje:

- A mediodía recibo a una numerosa delegación de trabajadores extranjeros que prestan servicio en el Reich que me hacen patentes sus deseos de colaboración... la mayoría de estos trabajadores extranjeros se han pasado a nuestro lado a causa de las condiciones existentes en el Reich. Cuando, después de la guerra, vuelvan a sus países, serán sin duda nuestros mejores propagandistas.


El hecho de que Hitler fue traicionado muchas ocasiones lo remarca Goebbels:

- Pregunto al Führer por qué en cuestiones de estrategia de tanta importancia no se limita, simplemente, a dar órdenes. El Führer me responde que ello no sirve de nada, que aunque de órdenes concretas, éstas son saboteadas disimuladamente.