20 de octubre de 2010

Exposición sobre Hitler en Alemania

La noticia ya está lo suficientemente extendida como para que todos la conozcáis. Efectivamente, el 15 de octubre se inauguró en Berlín una exposición sobre Adolf Hitler. Ciertamente llama la atención que Hitler aparezca en una exposición, y más en Alemania. Pero aunque nos quieran hacer creer que esto es una novedad, no es cierto. Berlín expone desde hace años en el mismo museo de historia, salas enteras dedicadas al nacionalsocialismo. No solo eso, siempre hay exposiciones sobre el nacionalsocialismo y Hitler, no solo en toda Alemania, sino en la mayoría de los países que Alemania ocupó durante la guerra. Es imposible visitar Praga, Varsovia, París etc sin que exista una exposición dedicada al asunto. Repito: imposible. Y ahora nos quieren hacer vender una supuesta idea "innovadora", cuando en realidad se trata del mismo perro con diferente collar. La supuesta novedad radica en "normalizar" la figura de Hitler en Alemania. Y con este "normalizar" no se puede tener mayor cinismo. Si visitamos la web oficial de la exposición observamos que ya de entrada nos dicen que Hitler fue el responsable de la guerra. No solo eso, también nos dicen que una consecuencia del mandato de Hitler fue la destrucción de Alemania. Yo creo que es imposible ser más gilipollas. Pensar que Hitler destruyó Alemania es muy discutible. Que se sepa, Hitler no enviaba personalmente los bombarderos aliados a destruir sus ciudades por mandato propio. Supongo que en la destrucción de Alemania, "algo" tendrían que contar los británicos, americanos, rusos o franceses. La Segunda Guerra Mundial es única en cuanto a asumir responsabilidades: todo lo que ocurrió durante esos años fue culpa de Hitler. No sabemos cuál es papel de los historiadores, pero a todas luces es un absurdo. Total, para qué investigar si toda la culpa de absolutamente todo la tiene Hitler. 

¿Es así como se normaliza una figura histórica? Ciertamente parece una broma. Porque la idea de los organizadores de la exposición es que el visitante salga de con la idea de Hitler fue el responsable directo de todas las muertes de la guerra. Pero esto es lo que se viene intentando desde 1945 en los libros oficiales. Solo que esta vez lo llaman "exposición" y lo disfrazan de "normalización". Claro, se han dado cuenta de que no todo el mundo lee libros de historia, así que el show de Hitler hay que extenderlo. Y como la gente es muy dada a acudir a las exposiciones, pues para allí que mandan a las masas para que salgan despavoridas y horrorizadas una vez más. 

Han tenido mucho cuidado de no atraer a los neonazis a la exposición. Y nos dicen que no presentan a Hitler como un héroe precisamente por eso. ¿Sólo por eso? No, si los neonazis no existieran tampoco lo harían. Otra cuestión que me llama la atención es que los organizadores dicen que muchos alemanes consideran que hay muchas preguntas sin respuestas sobre Hitler y que esta exposición "podrían aclararse". Bien, es para echarse a reír y no parar. De repente una exposición con bustos de Hitler, uniformes, películas escandalosamente oficiales... va a aclarar las dudas existentes sobre una guerra que no deja de plantearnos dudas y que ni los historiadores son capaces de resolver. En la exposición se ha tenido mucho cuidado de no poner objetos personales de Hitler para evitar que los neonazis los conviertan en objeto de culto. Es asombroso el miedo que se sigue teniendo a Hitler a 65 años de su muerte. Ningún personaje histórico le iguala en eso. ¿Cómo es posible que a pesar de toda la propaganda en contra Hitler siga despertando miedo por la admiración que la gente pueda tener sobre él? Yo creo que la cuestión está bien clara: porque Hitler ha sido la única opción a las democracias que triunfó. El comunismo siempre fue un fracaso. Pero Hitler triunfó y fue una alternativa a los sistemas capitalistas. Y digo yo, ¿no es más fácil olvidarse de Hitler no hablando de él? Porque si continuamos a este ritmo de producciones de películas, libros, ahora exposiciones y en el futuro no sabemos qué... Hitler va a estar presente en nuestras vidas de por vida. Y conseguirán que la mayoría deteste a Hitler y lo odie. Pero siempre habrá un porcentaje de gente que se haga preguntas y quiera ir más allá. No serán neonazis. Será gente que a la que no le valga la historia oficial. Porque si algo está podrido en la historia es lo que nos quieren vender sobre Hitler y su Alemania nacionalsocialista. Podrido de mentiras y manipulación.

La exposición estará abierta hasta febrero del año que viene. Así que tenemos tiempo para visitarla. Tengo pensado ir a Berlín próximamente así que seguro la visitaré. Prometo un informe completo. 







10 de octubre de 2010

¿Quería Hitler la guerra?

Según se desprende de la mayoría de libros, la culpabilidad de la II Guerra Mundial recae indiscutiblemente en Adolf Hitler. Así ha pasado el Führer a la historia.  Para empezar, bueno es que el mismo Hitler diga algo al respecto:

- No es cierto que yo o cualquier otro en Alemania deseara la guerra en 1939. Ella fue deseada e instigada exclusivamente por aquellos estadistas internacionales que eran de origen judío o que trabajaban para los judíos. He hecho tantas ofertas para la reducción y limitación de armamentos, que la posteridad no siempre encontrará excusas para atribuirse la responsabilidad de esta guerra. Además, nunca he deseado que después de la Primera Guerra Mundial naciera una segunda contra Inglaterra o América... Sólo tres días antes de que estallara la guerra alemana-polaca, propuse al embajador británico  en Berlín una solución al problema alemano-polaco, similar a aquella para el territorio del Sarre, bajo control internacional. Tampoco puede impugnarse esta oferta. Fue rechazada sólo porque los círculos responsables de la política inglesa querían la guerra, en parte por la esperanza de hacer buenos negocios, y en parte bajo el impulso de una propaganda organizada por el judaísmo internacional. 

Esa era la opinión de Hitler en 1945, con la guerra a punto de finalizar. Pero dos décadas antes, Hitler dejó clara la política internacional que él quería en su libro Mi Lucha. Veamos algún pasaje aclaratorio:

- Sólo un territorio suficientemente amplio puede garantizar a un pueblo la libertad de su vida. Además, no hay que perder de vista que, a la significación que tiene el territorio de un estado como fuente directa de subsistencia, se añade la importancia que debe reunir desde el punto de vita político-militar, cuando un pueblo tiene asegurada su subsistencia gracias al suelo que posee, deberá, sin embargo, preocuparse todavía de la manera de garantizar la seguridad de este suelo; seguridad que reside en el poder político general de un estado, el cual depende a su vez, en gran parte de la posición geográfico-militar del país. 

Más adelante Hitler dice:

- Nosotros los nacionalsocialistas , tenemos que sostener inquebrantablemente nuestro objetivo de política exterior que es asegurar al pueblo alemán el suelo que en el mundo le corresponde... Las fronteras de los estados las crean los hombres y son ellos mismos los que las modifican.

Ian Kershaw opina que Hitler, ya en 1937, "percibía intensamente, como demostraban sus comentarios en la reunión de Hossbach, que el tiempo corría en contra de Alemania. Él había llegado a la conclusión de que no podía limitarse a esperar pasivamente la evolución de los acontecimientos internacionales; como mucho en 1943-45 tenía que estar todo preparado para emprender una acción militar, antes si se presentaban las circunstancias adecuadas. Su entusiasmo por acelerar el impulso de expansionismo estaba parcialmente agudizado por un sentimiento creciente de que podría no quedarle mucho tiempo de vida para alcanzar sus objetivos."

David Irving, en su libro "El camino de la guerra" dice a propósito ya en 1936:  "Alemania, ordenó Hitler, debe ser capaz delibrar una guerra contra la Unión Soviética, porque una victoria del bolchevismo sobre Alemania significaría algo peor que un nuevo tratado de Versalles, significaría la aniquilación final , el exterminio de la nación alemana. Hitler anunció que debía resolver definitivamente los problemas económicos de Alemania aumentando su Lebensraum y, por tanto, también sus recursos de materias primas y de alimentos. En resumen, Hitler exigió dos cosas: ' En primer lugar, el ejército alemán debe estar preparado para la acción en cuatro años;  y en segundo lugar, también en cuatro años, la economía alemana debe estar preparada para la guerra'.

Sobre la guerra, sabemos cuál era la opinión de Hitler. Para él, era inevitable. En agosto de 1941 dijo:

- La vida es cruel. Nacer, existir, desaparecer, siempre la cuestión de la muerte. El que nace, debe morir. Que sea de enfermedad, a consecuencia de un accidente, o en la guerra no cambia nada. En cuando a los que sufren por la guerra, pueden encontrar  un consuelo pensando  que si se consiente su sacrificio  es para asegurar el porvenir del pueblo del que forman parte. 

Sobre la opinión que Hitler tenía de la imagen que podía quedar de él en la historia, Irving dice:

- A Hitler le importaba muy poco su propia imagen. A pesar de las buenas intenciones que muchos mostraron en este sentido, él  se resistió a cambiar su "gorra de cartero", sus botas arrugadas y aquel bigote pasado de moda y propio de los años treinta. Nunca le gustó la publicidad ni los laureles de la posteridad. En una ocasión escribió a Hans Lammers ordenando que si los ingleses insistían tanto en tener detalles de su vida para el Who's Who, sólo debían darse a grandes rasgos. Como explicó años más tarde durante una reunión secreta con sus generales en 1944, al protestar éstos por la severidad de las decisiones que afectaban al frente ruso: 'Me tiene sin cuidado lo que diga la posteridad'.

Creo que es un buen epitafio para Hitler. 

1 de octubre de 2010

Opiniones sobre Hitler

La encuesta sobre la opinión de los lectores sobre Hitler ya está cerrada. Esta vez los detractores del Führer se han organizado mejor y han ganado la batalla, ya que un 42 % de los votantes han opinado que Hitler era un tirano, frente al 33% que lo han visto como a un genio. Bueno, en realidad las encuestas aportan bien poco, son un puro entretenimiento. No hace falta ser ningún lumbreras para saber qué opinión tiene la gente sobre Hitler. Al fin y al cabo, para casi todo el mundo Hitler es la encarnación del mal. Lo curioso es que, a pesar de eso, Hitler es un personaje muy conocido. Haced la prueba con un joven. Preguntadle a ver si saben quién fue Churchill y después a ver si saben quién fue Hitler. En general saben que Hitler fue un hombre muy malo pero saben que existió. 

No cabe duda es de que la popularidad de Hitler ha crecido como la espuma en los últimos años. Antes solo los apasionados de la II Guerra Mundial sabían de él. Internet y las muchas películas y libros editados en los últimos años han acrecentado la fama del Führer. Cada vez Hitler tiene más admiradores pero simplemente porque están de acuerdo en los crímenes que se le atribuyen y comparten. Existe también una corriente revisionista que quiere rehabilitar a Hitler. No sabemos cuánto de verdad y de mentira hay en el revisionismo. Un porcentaje muy elevado de todo lo escrito sobre Hitler pertenece lisa y llanamente al genero de la difamación. No hay que tener miedo a decirlo. Simplemente basta comparar muchos estudios sobre Hitler y observar que son incompatibles entre sí y difícilmente atribuirlos a la misma persona. Hitler no pudo ser todo lo que se ha dicho porque simplemente es imposible. 

Otro aspecto interesante para el debate sobre Hitler es el siguiente: ¿Fue Hitler una mala persona? ¿Disfrutaba con el mal? Yo ciertamente no tengo datos para determinarlo, más bien al contrario. Es de sobra conocida la sensibilidad de Hitler en muchos aspectos. Es de sobra conocido el carácter amable del Führer. No fue Hitler una persona que disfrutara con la violencia ni con la muerte. Ni si quiera podía soportar que le regalaran flores ya que no le gustaba la sensación de que estuvieran muriéndose. Se pretende, por ejemplo, decir que Hitler hizo que le proyectaran las ejecuciones del 20 de Julio. Sin embargo no hay pruebas que indiquen que las viera, y sí hay más pruebas que nos dicen que no las presenció. De hecho, ¿dónde se encuentra esa filmación? Es curioso que haya desaparecido y sin embargo dispongamos de otras filmaciones de la época que bien pudieron perderse también. En la imagen de la izquierda vemos a Hitler en la tumba de Troost, uno de los arquitectos preferidos del Führer.