22 de marzo de 2012

Eva Braun, Una vida con Hitler


Estoy leyendo "Eva Braun, Una vida con Hitler" de Heike B. Görtemaker. El libro se presenta como una biografía de Eva Braun, pero no lo es en absoluto. Y eso demuestra que la escritora no ha encontrado suficientes recursos para escribirla y se ha limitado a intentar defender una línea argumental que no se sostiene. El argumento del libro, con lo que la autora pretende venderlo, es que Eva Braun fue una mujer menos inocente de lo que parece y que influyó en Hitler más de lo se piensa. Pero a medida que uno lee el libro no hay forma de quedarse convencido de ello, más bien todo lo contrario. De hecho, y lo voy a decir claramente, el libro es una pérdida de tiempo y una basura integral. A mi juicio la autora queda en el más absoluto de los ridículos. 

El libro está escrito como una respuesta a la biografía de Eva Braun escrita por Nerin E. Gun, de la que hemos hablado aquí en más de una ocasión. La autora demuestra una inquina a Gun que no disimula. Es como si quisiera desacreditarle pero la cuestión es que no solo no lo logra, sino que la muy sinvergüenza basa su libro en citas a la obra de Gun. Más caradura no se puede tener. Por ejemplo, dice "¿Cuán creíble es Gun, cuya obra sigue citándose hoy generosamente y que da la impresión de que la propia Eva Braun le hubiera dictado la obra?" Me parece bien que intente desacreditar la obra de Gun, pero si es así, ¡demuéstralo! No solo no lo hace sino que durante todo el libro las citas a Gun son generosas. Vamos que esta mujer no habría podido escribir su librito sin Gun. Es curioso que el libro de Heike B. Görtemaker esté frecuentemente documentado con citas a Nerin E. Gun y a David Irving, dos autores que la escritora detesta. ¡Y sin embargo es incapaz de no mencionarlos! Sin embargo, la muy descarada tiene el valor de decir en alguna ocasión "la historia se produjo probablemente como la describe Gun". Un ejercicio de cinismo absoluto. Llama la atención el hecho de que la autora se queje de la falta de fuentes en el libro de Gun y sea ella misma la que base su libro en el de éste. Lo más jocoso es que en muchas ocasiones la autora termina con un "sin embargo pudo haber sucedido así" en referencia a Gun. Es decir, que termina por dar la razón a Gun. Algo demencial.

El libro está escrito en unos términos insoportables y con unos conocimientos históricos muy dudosos y siempre sobre interrogantes. Por ejemplo, dice que el NSDAP fue fundado por Anton Drexler, cuando Drexler fue el fundador del DAP. Cuando el partido pasó a llamarse NSDAP, Hitler ya estaba. Desconozco los términos escritos en el idioma original, pero en español se refiere a Eva Braun como meretriz en numerosas ocasiones. Y los interrogantes de la autora son hasta infantiles. Ya en la introducción pone en duda que Eva Braun quisiera morir junto a Hitler. "¿Fue eso lo que ella había querido?" ¿Es necesario responder a esa pregunta? Bueno, pues por supuesto que Eva Braun no hubiera querido morir de esa manera. No hace falta ser psicólogo para adivinarlo. Pero su suicidio junto a Hitler demuestra que a ella solo le importó Hitler. El mismo Hitler intentó ponerla a salvo sin éxito.


Heike B. Görtemaker  se refiere a Hitler como "el mal en persona", "un Lucifer en persona convertido en una figura de dudosa fascinación". Sin embargo, la autora es incapaz de ver entre Hitler y Eva Braun una relación fuera del mundo de la política, una relación que si bien tuvo sus altibajos, fue una relación leal y duradera. Como la autora es incapaz de ver a un Hitler humano, se hace preguntas estúpidas. Por ejemplo, se pregunta "Por qué eligió Hitler a Hoffmann como amigo íntimo y acompañante permanente si era conocido por ser un hedonista con mucho aguante en la bebida y un carácter y unas costumbres personales que en realidad no encajaban en absoluto con él?" La respuesta es que la autora es incapaz de ver a un Hitler humano que sabía tener amistades sabiendo que no eran perfectos. Y que Hitler conoció perfectamente el término "amistad" y lo demostró con creces a lo largo de su vida.

La autora pretende demostrar que amigos de Hitler, como Hoffmann, su fotógrafo personal, estaba involucrado en la política. Pero la autora solo especula, formula preguntas constantemente, es decir, no demuestra nada en absoluto. Por ejemplo, se empeña en que la visita de Hoffmann a Moscú se debió a que los rusos no iban a sospechar de él, como si la inteligencia soviética fueran unos inútiles. La verdad es que, según las memorias de Hoffmann, Hitler solo le preguntó por cotilleos sobre Stalin. Y vuelve a caer en el error de pretender desacreditar las memorias de Hoffmann, pero basa buena parte del libro en ésas. Y claro, tanta especulación resulta agotadora. El colmo viene cuando la autora se pregunta si la hermana de Eva Braun, Gretl Braun tuvo un romance con Hitler. Por supuesto no lo demuestra, solo se lo pregunta.

Por lo demás, cuando la autora pretende hacer juicios históricos cae en el bochorno. En una ocasión dice "Hitler y sus amigos del partido querían conquistar el poder lo más rápido posible" frase que no puede resultar más pueril.Otra gran reflexión de esta señora, digna de un parvulario, es cuando se pregunta "¿Acaso el peligro de una dictadura no reside en la lealtad ciega?". Resulta muy tedioso leer esta biografía porque, precisamente no es una biografía. El libro contiene rellenos absurdos como un capítulo entero sobre la mujer en el nacionalsocialismo, o apuntes biográficos bastante extensos de otras damas del III Reich. Es que ni siquiera la autora apunta bien intentando buscar alguna conexión entre las damas del III Reich y Eva Braun. Y pretende demostrar que las esposas de los jerarcas nazis sí estuvieron involucradas en la política. Pero uno lee y lee y no encuentra ninguna prueba convincente.

La figura de Speer abunda en el libro, como es de esperar, pero la autora también se muestra desconfiada del ministro y reflexiona lo siguiente "realmente cabe ponerlo en duda, como sucede con las declaraciones de cualquier testigo". Hablando de historia, decir esa frase equivale a desconfiar de todo lo escrito mediante testigos. La II Guerra Mundial está escrita en base a testigos. Incluso más adelante la autora insiste en el asunto: "Al rememorar algo una vez transcurrido mucho tiempo -en este caso, por lo menos veinte años- no hay que olvidar que la percepción de los acontecimientos, de por sí subjetiva, puede haber sido debatida, depurada, ordenada y corregida en el transcurso de los años." ¿Quiere decir la autora que solo hay que desconfiar de los testigos alemanes? Cinismo absoluto.

Esta biografía, tan aclamada por la prensa, se puede resumir en una frase que la autora escribe:

"Para saber en qué consistió realmente el poder de atracción de esa joven mujer sobre Hitler, solo se puede recurrir a su comportamiento ante terceros"

Y, sin embargo, la autora desconfía de esos terceros, como Albert Speer. Y bien, yo me pregunto ¿para qué has escrito el libro bonita? Si lo vendes con el gancho de que Eva Braun influyó en la política, por lo menos ten la decencia de demostrarlo y no bases el libro en citas a personas que parece que detestas, como Nerin E. Gun. La obsesión con Gun es absoluta. En una ocasión dice que "Nerin E. Gun, quien, sin la escrupulosidad de un historiador, se basa en sus conversaciones con la familia Braun..." pero lo cierto es que la autora no podría haber escrito su bazofia sin la existencia de los trabajos de Gun. Un despropósito.

Impresentable sin embargo resulta que Heike B. Görtemaker, la autora, no de ningún crédito a Albert Speer y sin embargo, el argumento del libro lo extraiga de conclusiones del propio Speer, a saber:

"Las declaraciones de Speer permiten dar por sentado que Eva Braun ocupó un lugar preeminente en el círculo del Berghof pocos años después de que su relación se estabilizara"

Si desconfías de Speer, ¿por qué lo utilizas como argumento del libro?

En definitiva, que os podéis ahorrar el precio del libro porque es la típica basura que entusiasma a la prensa por una temporada pero que no resuelve nada, ni aporta nada en absoluto. Y luego dicen que no hay que quemar libros, ¡lo que no hay que hacer es imprimirlos!




11 de marzo de 2012

Breve Historia de Hitler, de Jesús Hernández

Tenía muchas ganas de leer este libro, ya que su autor, Jesús Hernández, forma parte no solo de mis lecturas, sino que es compañero bloggero desde hace años. Lo primero era un cierto temor, porque si Jesús Hernández se ha aventurado a escribir una biografía de Hitler hay que decir que tenía muchas opciones a la hora de hacerlo. O se dejaba arrastrar por la escritura típica y tópica que da un buen resultado de ventas o escribía una biografía imparcial y respetuosa. El resultado me ha sorprendido. Jesús ha demostrado mucha valentía. Se trata de un historiador sin complejos y se nota que conoce el terreno a la perfección. Jesús Hernández conoce las polémicas, los mitos y las mentiras que giran en torno a un personaje tan polémico como Hitler. Y es de agradecer que relate los hechos en ocasiones advirtiendo de esos mitos. Por ejemplo, el autor cuando tiene alguna duda de la veracidad de los hechos, lo apunta claramente. Pone en entredicho las declaraciones de Hans Frank sobre el supuesto pasado judío de Hitler y llega a descartar ese hecho: "En definitiva, la hipótesis de que el abuelo paterno de Hitler fuera judío existe, pero es poco probable". O, "su supuesta crueldad manifestada en la mutilación de ranas e insectos pertenece al campo de la leyenda."


La biografía se centra más en la infancia, adolescencia y juventud de Hitler. Este hecho se agradece mucho, ya que como él afirma, los historiadores apenas se centran en esa etapa de Hitler, la pasan más bien por alto. Y el relato de Jesús es muy ameno. Uno casi  se llega a compadecer del joven Hitler. Con respecto al ambiente familiar, Jesús opina que la violencia del padre tuvo que marcar a Hitler para toda su vida y lo apunta como posible causa de la "incapacidad para construir relaciones de afectividad, así como la sed de dominio y su insensibilidad ante el sufrimiento ajeno, podría tener su origen en el modelo de conducta de su padre."

El hecho de que Hitler asistiera en 10 años a 5 escuelas diferentes "tuvo que influir negativamente en la formación de su personalidad". 

Jesús cuenta con un cierto humor la anécdota de la conocida borrachera de juventud de Hitler. Se trata de una anécdota graciosa. De camino a casa, Hitler llevaba un certificado de la nota de un examen que aprobó. Pero tuvo una necesidad fisiológica  y tuvo que utilizar el certificado para limpiarse. Para colmo de males, Hitler se quedó dormido y fue despertado por una lechera. Alguien encontró el certificado y lo devolvió a la escuela. Hitler debió de pasar mucha vergüenza cuando se lo devolvieron.

El aspecto más duro en la vida de Hitler fue la muerte de su madre. Y Jesús lo relata de tal forma, que uno termina por compadecerse del joven Hitler. Al respecto, Jesús relata el hecho de que el médico que trató a la madre de Hitler fuera judío. Muchos historiadores indicaron que uno de los motivos del antisemitismo de Hitler tiene su origen en ese hecho. Pero la realidad es que Hitler siempre estuvo muy agradecido a ese medico. Sobre el posible origen del antisemetismo de Hitler se menciona el hecho de que Hanisch, su socio en la venta de acuarelas, fuera judío ya que ambos acabaron el litigio. Personalmente yo opino que el antisemitismo de Hitler no se debió a ningún prejuicio.

El autor da detalles de la relación de Hitler con Rudolf Häuser, con quien convivió cuando llegó a Múnich por primera vez. Esta relación de amigos es muy poco conocida y los historiadores apenas han hablado de ella.Confieso que yo tampoco la conocía. Siempre imaginé a Hitler solo en Múnich, en donde se alojó en casa del matrimonio Popp. Por las cartas que Hitler remitió al matrimonio, sabemos que el Führer quería mucho a ese matrimonio y el cariño era recíproco. Para mi, esa relación de Hitler me demuestra que no se trataba de una persona huraña o incapaz de relacionarse y dar afecto.

El relato de la época de la I Guerra Mundial me parece correcto, resaltando en Hitler el valor que tuvo y lo mucho que era apreciado por sus compañeros, lejos de las famosas leyendas negras que se han escrito sobre ese periodo. También da cuenta el autor de otra amistad de Hitler durante aquel periodo, Ernst Schmidt, del que también se ha hablado poco y de quien dice que "ningún amigo estaría tanto tiempo unido a él". Creo que deberíamos investigar un poco sobre estas dos casi desconocidas relaciones.

Se resalta del periodo de la I Guerra Mundial el hecho de que se puede calificar de milagro el que Hitler sobreviviera ya que la mayor parte del regimiento de Hitler perdieron la vida. Eso y el hecho de que Hitler o ascendiera a una mayor categoría militar que la de cabo. Jesús Hernández resalta el hecho de que la grado de cabo era provisional en el ejército antes de pasar a ser suboficial. Hitler no mostró nunca deseos de ascender sino todo lo contrario. Se encontraba feliz como mensajero y con sus camaradas y un ascenso le obligaría a cambiar esa situación.

Más o menos hasta esa etapa de la vida de Hitler ocupa la mitad de libro, algo sorprendente para una pequeña biografía de Hitler. Supongo que el autor habrá querido resaltar esa etapa del Führer. Pero transcribo una entrevista con el autor, realizada por la editorial Nowtilus:

" En español hay una buena bibliografía sobre Hitler, pero faltaba un libro que fuera accesible para el gran público, que no dé nada por supuesto ni requiera de conocimientos históricos previos. Además , las biografías existentes son buenos trabajos de erudición, pero les falta transmitir el ritmo de un recorrido vital tan sorprendente y extraordinario como el que protagonizó Hitler. No obstante, mi libro también resulta interesante para un público más entendido, ya que gracias a él es posible comprender mejor los relatos más académicos, en los que es fácil perder la perspectiva."

"Estoy seguro de que van a disfrutar mucho, por el hecho de que yo también he disfrutado mucho escribiéndola, y eso se transmite al papel. Aunque la mayoría de mis lectores ya tienen un conocimiento avanzado del Tercer Reich y la Segunda Guerra Mundial, estoy convencido de que la lectura de esta obra les va a despertar interesantes reflexiones, ya que en ella he intentado distanciarme de lo políticamente correcto y ofrecer una imagen completa de Hitler, algo difícil de encontrar en la actualidad."

Pues nada Jesús, que tengas mucha suerte en tu nuevo proyecto.



2 de marzo de 2012

De cuadros y supuestos hijos

Este lienzo del pintor Franz Eichhorst, ha "aparecido" en un sótano de un monasterio cerca de Praga. Dicen que se trata de uno de los cuadros favoritos de Hitler, aunque no lo creo, ya que la obra recuerda la catástrofe de Stalingrado que, como todos sabemos, ocurrió a comienzos de 1943, con lo cual dudo mucho que fuera el cuadro favorito de Hitler, que es como ha sido presentado a la prensa. Eso sí, parece que Hitler compró el cuadro. El periodista Jiri Kuchar  ha estado investigando las piezas de arte propiedad de Hitler durante cinco años. Lo cierto es que últimamente se han puesto a la venta muchos objetos relacionados con Hitler y los nazis, y se pagan cifras millonarias por todo ello, así que se entiende siempre el revuelo que producen estas noticias: hay mucho dinero en juego. 

Y bien, aquí tenemos la foto de la noticia estrella: un nuevo supuesto hijo de Hitler. La prensa ha colocado estas dos fotografías para empeñarse en demostrar un parecido físico. Yo, la verdad, no le veo ninguno. Pero bueno, vamos con la noticia de marras. En un titular aparece el siguiente texto: "Revelan el rostro del hijo que Hitler procreó en una noche de copas". Conocido es que Hitler fue abstemio siempre. El Führer solo recuerda una única borrachera en su adolescencia. Después no volvió a beber nunca más. Pero bueno, admitamos el tono jocoso del titular. Se dice que Hitler tuvo una relación con Charlotte Lobjoie en 1917 cuando ella apenas contaba 17 años de edad. La joven quedó embarazada pero dio el niño en adopción. Sin embargo, siendo ya adulto, su madre biológica le contó la verdad, o lo que ella creía que era verdad. Jean-Marie Loret, que así se llama el supuesto, estuvo 20 años sin contar nada a nadie. Hasta que en 1979 se lo contó a un abogado, que le recomendó guardar silencio. Sin embargo, las intenciones de este supuesto hijo eran otras: él quería cobrar los derechos de autor del libro Mein Kampf. Para demostrar que era hijo de Hitler, buscó la ayuda de expertos en Antropología y Genética, que encontraron que el grupo sanguíneo era igual que el de Hitler. Incluso se recurrió a expertos en grafología, que dictaminaron que la letra de este tipo y la de Hitler eran similares.

Esas pruebas me parecen muy poco serias. Y cualquiera que conozca a Hitler, sabrá que durante la  I Guerra Mundial no frecuentaba mujeres. Y me sorprende más aún que, de entablar relación con alguna, fuera una francesa. También resulta sorprendente que una muchacha mantenga una relación con un soldado y después le recuerde años después al ver fotos en la prensa. Como sabemos, Hitler tiene un físico muy diferente durante la I Guerra Mundial:

Como vemos, su aspecto no tiene nada que ver al que todo el mundo conocemos como Hitler.

Me extraña mucho que Hitler, que todos sabemos la timidez que tenía con las mujeres, se atreviera a cortejar de semejante manera a una francesa. No olvidemos cómo se comportó Hitler en su adolescencia con su amor platónico Estefanía: fue incapaz de hablarle, por muy enamorado que estaba de ella.

En todo caso, aquí lo único que cuenta es la poca vergüenza que hay que tener para reclamar esa paternidad solo para cobrar los beneficios de la obra de Hitler. En el fondo no es más que un reflejo de lo que ocurre con Hitler: que todo el mundo lo repudia pero que da muchos beneficios económicos.



Estar en contra de Hitler me parece muy bien. Pero estar en contra de Hitler y hacerte millonario a su costa, como hacen biógrafos como Kershaw etc, me parece repugnante desde un punto de vista ético. Como repugnante me parece que este anciano supuesto hijo de Hitler nos quiera vender ahora esta extraña historia. Porque, en el hipotético caso de que fuera hijo de Hitler, aquí la única realidad es que Hitler no lo reconoció nunca y el testamento de Hitler dejó bien a las claras qué es lo que el Führer quiso hacer con su patrimonio. Nada más.

En todo caso,  hice un post sobre los familiares vivos de Hitler:

http://www.estudiodehitler.com/search?q=familiares

Una amable lectora, me dice que el investigador Jean Paul Mulders  ya ha concluyó en el año 2008 que no existe una conexión genética entre Hitler y Jean Marie Loret.  Sin embargo aquí la lección que aprendemos todos es la siguiente: que la culpable de la desinformación que existe en torno a Hitler es la prensa, que publica cualquier gilipollez en grandes titulares para después no contrastar nada. Ya es alarmante el número de mentiras que se publican todas las semanas en la prensa.