25 de marzo de 2010

Eva Braun

Esta próxima a aparecer una biografía de Eva Braun escrita por Heike Görtemaker que, según relata la prensa, va a desmentir la imagen que se tenía hasta ahora de la amante de Hitler. Según observo la presentan como "la novia del monstruo" o "la amante del demonio". Supongo que la pobre Eva nunca pensó en Hitler como un monstruo o como el diablo. Ella siempre estuvo enamorada del Führer y se entregó a él en cuerpo y alma. Los calificativos son propios de la prensa. La novedad viene representada con la idea de si es posible encontrar nuevos datos sobre Hitler a través de Eva Braun. Por ejemplo, la autora asegura que Eva Braun estuvo presente "en cuestiones políticas delicadas". Se apoya simplemente en la idea de que es difícil creer que Hitler no le comentara muchos asuntos de estado a Eva. Por supuesto aún no tengo el libro pero si su tesis se basa en que "es difícil creer.." etc, mal empezamos. 

Mucho me temo de que lo que se trata ahora es buscar nuevos culpables de la época, esta vez las mujeres de los jerarcas nazis. Albert Speer dijo en una ocasión que Eva Braun iba a suponer "una decepción para los historiadores". La autora afirma que con ello el propio Speer estaba protegiendo a su propia mujer al afirmar que las mujeres no desempeñaron un papel importante en el III Reich. Teniendo en cuenta primero que las declaraciones de Speer hay que cogerlas con pinzas puesto que se pasó media vida intentando justificarse, de momento prefiero no considerar esta tesis. 

Por otra parte, no debemos olvidar el papel de la mujer en el mundo occidental de la época. En ningún país el papel de las mujeres tenía el protagonismo que tiene en la actualidad. Por lo tanto, es injusto tratar a las mujeres del III Reich de otra manera. 

Hasta ahora el referente sobre Eva Braun ha sido el libro escrito por Nerin E. Gun "Hitler y Eva Braun", al que ya he hecho referencia en este blog. Siempre me ha parecido un libro sumamente interesante. Es fácil descargarlo en Internet o comprarlo de segunda mano. E. Gun escribió un libro neutral y valiente para la época. 

Es de sobra conocida la opinión de Hitler sobre las mujeres y el matrimonio. En sus conversaciones habla a menudo sobre el tema. Es fácil imaginarse que para él Eva Braun significaba relajarse de sus preocupaciones. Hitler fue una persona entregada en cuerpo y alma a su proyecto político. Ello le llevaba prácticamente las 24 horas del día. Así que cuando podía estar junto a Eva lo lógico es que buscara una relajación merecida. No imagino a un Hitler comentando los asuntos políticos con Eva Braun de la misma forma que nunca lo hizo con su círculo íntimo de secretarias y empleados cercanos. No era su estilo. No entiendo el empeño de buscar algo donde no lo hay. Hitler trató muy correctamente a Eva Braun. Incluso cuando todo estaba perdido Hitler quiso salvar a Eva a toda costa y no lo logró. Fue ella la que voluntariamente quiso morir junto a su amado Führer. Se han dicho cosas tan absurdas como que Hitler la obligó a suicidarse. Recuerdo una mala película en la que el mismo Hitler insulta a Eva en el momento del suicidio, lo que sitúa la escena en la categoría de la ficción. 

Evidentemente habrá que esperar a leer el libro, pero con los datos que tengo, por las entrevistas a la autora, dudo mucho que nos descubra nada nuevo. Todo son refritos aderezados con alguna nueva tesis. Lo mismo le ocurrió a Kershaw, que escribió una monumental biografía de Hitler cuyo único aliciente fue alguna tesis de cosecha propia para justificar el libro. Viene siendo la tónica: escribo el mismo libro de siempre con alguna escusa nueva. En mi opinión son tonterías. 

Por supuesto también ha salido a colación el tema de las relaciones sexuales de Hitler y Eva Braun. El tema se ha convertido en una obsesión de los historiadores. Yo no entiendo por qué este asunto trae de cabeza a tanta gente. Ello parte de la idea de que la sexualidad debe tener alguna importancia. No es la primera vez que se habla sobre la sexualidad de Hitler, en general con un mal gusto propio de un programa del corazón. Personalmente no me interesa en absoluto si Hitler y Eva Braun tenían relaciones sexuales por cuanto ese asunto es absolutamente privado. Pero ello va asociado a la enfermiza obsesión de la gente de querer saberlo todo de los demás. Me gustaría preguntar a algún historiador  que indaga en la sexualidad de Hitler si estaría dispuesto a contar a todo el mundo los pormenores de su propia sexualidad. Es algo zafio, vulgar y ordinario. 

19 de marzo de 2010

John Toland (4)

Ya en el apartado de la guerra, Toland nos dice que "para Hitler, la invasión de Polonia no era una guerra, sino solamente un golpe para apoderarse de lo que pertenecía a Alemania por derecho."  Observamos también el buen estado de salud de Hitler al comienzo de la guerra: "los espectadores se sorprendieron al ver a Hitler subir ágilmente al estrado en uniforme gris de campaña. Parecía un traje militar, pero era simplemente el uniforme del partido, en otro color." Tenemos también una declaración de Hitler interesante:

- Quien lucha con veneno será combatido con veneno. Quien quebranta las reglas humanitarias  de la guerra sólo puede esperar de nosotros lo mismo. Llevaré adelante esta lucha, no importa contra quién, hasta que la seguridad del Reich y sus derechos estén asegurados... A partir de este momento, toda mi vida pertenece más que nunca a mi pueblo. Ahora no deseo ser otra cosa que el primer soldado del Reich alemán. Por lo tanto, una vez más que he puesto ese uniforme que siempre ha sido tan sagrado y tan querido para mi. ¡No me lo quitaré hasta la victoria, o no viviré para ver el final!

Sorprende el hecho de que la salud de Hitler fuera tan buena al comienzo de la guerra y que en tan poco tiempo se deteriorara tanto. Yo creo que a partir de entonces Hitler ya no descansó. Se dedicó con tanto ahínco a la guerra que el esfuerzo le minó enormemente. Por otra parte no se puede olvidar el sufrimiento mental de Hitler. Se dice que Hitler no visitaba a los enfermos del frente. No es verdad. Lo hizo a menudo. Sí es cierto que Hitler no visitó ninguna ciudad bombardeada para alentar a la población. Pero sabemos que sufría esos ataques aéreos. Sus conversaciones así lo atestiguan.

Al comienzo de la guerra, Hitler le dijo a Hess:

- Ahora toda mi obra se derrumba. Escribí mi libro para nada.

Por otra parte, también era optimista. Según su asistente, Hitler era "la seguridad personificada."

A partir de entonces, Hitler quiso ser muy austero consigo mismo. Le dijo a Linge:

- Usted se ocupará de que yo sólo coma lo que pueda comer la gente común de Alemania. Mi deber es dar ejemplo.

Tanto es así que repetía a menudo:

- Las tropas que luchan en el frente deben estar seguras de que su líder comparte sus privaciones.

Cuando Hitler visitó París y vio la tumba de Napoleón, le dijo a su arquitecto Giesler:

- Usted construirá mi tumba.

Le dijo a Giesler que su tumba debía de ser sumamente sencilla y que se erigiría en Múnich:

- Aquí es donde nací realmente, aquí inicié mi andadura y aquí está mi corazón.

No estoy de acuerdo con Toland en presentar a un Hitler que se cree sobrehumano. Toland dice que Hitler pensaba de si mismo que "su naturaleza era más divina que humana." Sin embargo Toland no cita las fuentes por las que afirma eso. Era habitual oírle a Hitler decir que le disgustaba profundamente que la gente le viera como a un semidios.

Sobre la guerra con Rusia:

- Siempre he sostenido que debíamos evitar a toda costa hacer la guerra en dos frentes, y puede estar seguro de que he meditado largamente  y con preocupación sobre Napoleón y sus experiencias en Rusia. ¿Por qué entonces, cabe preguntarse, esta guerra contra Rusia, y por qué en el momento que yo he elegido?

Algo que echo en falta en la biografía de Toland es el citar las fuentes. Porque hay una frase atribuida a Hitler que a mi me hace sospechar que es falsa:

- Yo soy el Führer de un Reich que ha de durar mil años. No hay poder capaz de hacer temblar al Reich alemán. La Divina Providencia ha querido que sea yo quien lleve a cabo la misión alemana.




14 de marzo de 2010

John Toland (3)


Toland hace el mismo ejercicio que la mayoría de historiadores sobre Hitler: combina la trayectoria política de Hitler con pasajes sobre la intimidad de Hitler. Así pues, una vez instalado en el poder, nos relata cómo vivía el Führer. Después de relatarnos lo mucho que afectó a Hitler la muerte de su chófer Schreck, que ya he tratado en el blog, nos dice que Hitler tenía ya problemas para dormir. Su médico Brandt (aún no había conocido a Morell) le aconsejó unos somníferos suaves. Hitler se propuso un horario más rígido. Cuando se encerraba en su sencillo dormitorio, que siempre decoraba con un retrato de su madre y una mesilla de noche, acostumbraba a leer un rato. Por las mañanas Hitler siempre se afeitaba y se vestía solo. No soportaba que nadie le pusiera una navaja en el cuello para afeitarle. Después desayunaba dos tazas de leche, pan tostado y chocolate. Solía hacerlo de pie, mientras repasaba ya algún informe. En cinco minutos había terminado de desayunar y se dirigía a su despacho. 

Toland dice que la única diversión de Hitler en esos días era el cine. Veía películas todas las noches. Uno de sus asistentes, Karl Krause, le presentaba varios títulos y Hitler elegía varias. Según Toland, si le disgustaba alguna gritaba “basura” y pedía otra. Según Ivone Kirkpatrick (ignoro por qué Toland toma como referencia a este diplomático) la actriz preferida de Hitler era Greta Garbo y una de sus películas preferidas “Tres Lanceros Bengalíes”. Toland se toma la licencia de decir que a Hitler le gustaba esa película porque veía cómo debía comportarse una raza superior. Se trata de una película ambientada en la Indica colonial en la época victoriana. La película exalta los valores militares, la jerarquía, las normas y la camaradería. El hecho de que a Hitler le gustaran las películas extranjeras nos da un detalle de que no solo se nutría de cultura alemana. Toland dice que Hitler prefería las películas francesas, pues decía que reflejaban fielmente la vida de la pequeña burguesía. 

Cuando Toland nos relata los Juegos Olímpicos deja una mensaje ambiguo afirmando que Hitler no estaba para estrechar la mano de los ganadores norteamericanos negros. El asunto ya lo he tratado en una ocasión. Toland dice que el presidente del Comité Olímpico Internacional informó a Hitler de que tenía dos opciones: saludar a todos los vencedores o a ninguno. Sin embargo, sabemos que iba contra el protocolo olímpico hacerlo. Al principio Hitler saludó a varios vencedores pero después optó por no hacerlo.

Toland nos relata también que Hitler se esforzó mucho por unir a las personas de todos los estratos sociales. En ese sentido sí podemos afirmar que Hitler era socialista. Detestaba las clases sociales y siempre dijo que le parecía más valioso un obrero que un aristócrata:

"El mismo Führer se proclamaba obrero de la construcción, pintor y estudiante; un hombre de pueblo que se sentaba junto a su chófer y comía frugalmente. Se negaba a aceptar doctorados honoris causa y se dirigía a los obreros en las fábricas con la forma familiar del plural Ihr (vosotros), jactándose de que él también carecía de propiedades o acciones."

Toland critica en cierta forma a Hitler por afirmar eso y el hecho de que Hitler fuera millonario por las ventas de su libro Mein Kampf.  Es evidente que Hitler se hizo millonario gracias a su famoso libro. Sin embargo nunca hizo ostentación de nada, si exceptuamos su refugio alpino (tampoco éste era un palacio digno de un mandatario, todo sea dicho).

Un hecho que Toland constata es la admiración que Hitler suscitó en otros países. Menciona la admiración que sintió hacia Hitler Sven Hedin. El famoso explorador sueco, que tenía ascendencia judía y defendía el antisemitismo de Hitler, dijo:

"Un hombre que en el lapso de cuatro años ha levantado a su pueblo de las más bajas profundidades a una posición de conciencia de sí mismo, orgullo, disciplina y poderío, merece la gratitud de sus conciudadanos y la admiración de toda la humanidad."







Sobre el carácter de Hitler tenemos anécdotas de Frau Troost. Speer dijo que Hitler tenía un humor sarcástico. Sin embargo Frau Troost dijo que a Hitler "siempre le gustaba reírse. Tenía un buen sentido del humor, sincero y espontáneo."


10 de marzo de 2010

John Toland (2)

Adolf Hitler, una biografía narrativa - John Toland

Me ha llevado un tiempo acabar la biografía. Son casi 1500 páginas con papel casi de biblia. Pero se lee muy bien. Resulta muy entretenido. Evidentemente sabía que a medida que fuera avanzando en su lectura me iba a gustar menos, sobre todo la parte de la guerra, a la que el autor dedica menor atención. Pero esto suele ocurrir a menudo. El rigor histórico a veces queda un poco en entredicho puesto que muchos de los planteamientos del autor se quedan sin fuentes. Normalmente este tipo de biografías vienen acompañadas de notas al final del libro. Ocurre que muchos comentarios se quedan sin su fuente. Lo bueno del libro de Toland es que contiene pasajes que otros autores no incluyen. Por ejemplo, Toland relata la vida de preso de Hitler de una manera bastante acertada. Iré publicando pasajes que me han parecido interesantes. 

Toland en ocasiones resulta muy valiente en sus apreciaciones. Por ejemplo, es capaz de decir sin tapujos que "en política, Hitler era capaz de perdonar" (página 351). En general pocos biógrafos se atreven a ser tan benevolentes. Si Hitler perdonó a alguien, el biógrafo de turno prefiere poner que Hitler perdonó a alguien porque se vio obligado a ello o para tener algún maquiavélico plan. 

Las fuentes que emplea Toland son en ocasiones dudosas. Por ejemplo, durante los comienzos en política Toland recurre a menudo a Hanfstaengl. Es conocido que Hanfstaengl se convirtió en un archienemigo de Hitler y que escribió cosas sobre Hitler a todas luces inciertas. Esto lo han corroborado la mayoría de historiadores. Incluso en alguna ocasión Toland. Incluso en alguna ocasión Toland se basa en las declaraciones del hijo de Hanfstaengl, que cuando conoció a Hitler era solamente un niño de 11 años, por lo que sus recuerdos tienen que ser a todas luces muy borrosos. 

En cuanto a Hitler y Eva Braun, Toland se basa casi en exclusiva en las investigaciones de Nerin E. Gun, que me parece el autor que mejor ha tratado el asunto hasta la fecha. No existen trabajos rigurosos sobre Eva Braun. Sin embargo existe un libro de Nerin E. Gun llamado "Hitler y Eva Braun" que resulta muy interesante porque podemos observar a un Hitler íntimo y relajado. 

Otro aspecto de Toland es que utiliza a menudo frases sacadas de las conversaciones de sobremesa de Hitler. Es algo que la mayoría de autores no hacen y a mi me resulta imprescindible. Esas conversaciones si se descontextualizan pueden dar a errores puesto que las anotaciones que han llegado a nuestros días están a todas luces incompletas. Pero resultan muy interesantes para comprobar la opinión de Hitler sobre muchos aspectos de su vida. En ese sentido me parece muy acertada la decisión de Toland de incluirlas a menudo. 

En ocasiones Toland se deja llevar por fantasías sobre ocultismo y magos  que en época de Hitler proliferaron. Por ejemplo en la página 424 Toland nos ofrece una predicción astrológica. Precisamente Hitler en sus conversaciones ridiculizaba a los astrólogos y en muchas ocasiones tuvo que decir que él no creía en esas cosas. Aunque reconozco que el tema no puede apartarse solo porque Hitler no hablara bien en público sobre el ocultismo, ya que en su biblioteca Hitler tenía libros sobre el asunto.

Hay una frase en el libro que me parece que resume muy bien la trayectoria de Hitler:

"El hombre que no logró graduarse de la escuela secundaira, que fue rechazado por la Academia de Bellas Artes y que vivió como vagabundo en las calles de Viena, se convirtió en canciller de Alemania el día 30 de enero de 1933". Frase absolutamente sencilla pero que encierra todo el carácter y fuerza de Hitler.

Toland dice que Frau Goebbels llevó flores a Hitler el 30 de Enero de 1933 y le dijo: "Estas son las primeras flores que recibo, y usted la primera mujer que me felicita".  Sin embargo, en las memorias de  Emmy Göring ésta dice al respecto de ese día: "Son las primeras flores y usted es la primera mujer que me felicita; de lo que me alegro".  Así que tenemos aquí dos opiniones completamente diferentes. ¿Fue Frau Goebbels o Frau Göring la primera en enviar flores al Führer? He aquí una diferencia que plasma la competencia de esas mujeres. Se aceptan sugerencias.

Toland admite que Hitler estaba perfectamente preparado para ser canciller: "Quizá ningún otro canciller alemán había estado tan bien preparado para asumir el mando como Hitler, que se había considerado a sí mismo, durante largo tiempo, un Führer."

Un par de frases de Toland para la discordia:

"Él consiguió la hazaña extraordinaria de apagar la revolución desde abajo con la sola fuerza de su personalidad."

"Su concepto de una economía organizada se aproximaba al del socialismo genuino, pero él solamente sería socialista mientras le fuera útil para alcanzar sus objetivos más amplios. Su desprecio por la propiedad privada tenía más de bohemio que de revolucionario."

3 de marzo de 2010

Biografía Fotográfica de Hitler (y 3)

Septiembre de 1939. Hitler invade Polonia.












Junio de 1940. El mayor triunfo militar de Hitler le lleva hasta París. Hitler siente que es el mejor día de su vida, no solo por conquistar Francia, sino por visitar la ciudad que tanto admira.














Hitler, en una serie de fotografías de 1940 en donde se le puede ver muy satisfecho con el desarrollo de la guerra.
















El 10 de Mayo de 1941 el fiel compañero Rudolf Hess realiza un vuelo a Gran Bretaña en misión de paz que fracasa. Hitler queda profundamente afectado por este acto.









En junio de 1941 Hitler ataca a la Unión Soviética. En la fotografía le vemos visitando  unas fortificaciones en el frente ruso.






Hitler en una fotografía desconocida en la actualidad pero que a él le gustaba mucho. Tanto, que mandó distribuirla entre sus soldados.















El lugar favorito de Hitler para descansar siempre fue el Berghof. Fue precisamente en Berchtesgaden en donde Hitler tuvo noticia del primer revés de su ejército en Stalingrado.










En Septiembre de 1943 Hitler ayuda a su colega italiano Mussolini liberándolo de su arresto. El espectacular asalto cobra fama mundial y Hitler se apunta un éxito que necesitaba.








El mundo privado de Hitler se puede conocer gracias a la labor como fotógrafo de Eva Braun. Cuando los reveses militares se hacen más frecuentes, Hitler ya solo busca la compañía de sus empleados y Eva Braun.























El 20 de Julio de 1944 Hitler sufre el mayor atentado de su vida, saliendo casi ileso. Sin embargo las secuelas del atentado le aceleran varios problemas de salud.



La última ofensiva de Hitler, la llamada Batalla de las Ardenas, es su última oportunidad de tomar la iniciativa. Hitler es cercado por sus enemigos hasta las mismas puertas del Reich.








Hitler y Dönitz en una imagen de 1945 en donde podemos observar el cambio físico del Führer.
















Hitler observa unas ruinas a las afueras de su búnker. Se trata de una de las últimas imágenes del Führer.











Hitler y Eva Braun contraen matrimonio en el búnker. Hitler se siente abandonado por casi todos sus colaboradores y decide suicidarse junto a su esposa. Para evitar el escarnio del enemigo decidió incinerar sus cuerpos.