29 de junio de 2011

Mi Lucha

Hitler siempre es actualidad. Esta vez se ha acaba de publicar un libro sobre la historia de Mein Kampf, escrito por Antoine Vitkine. Cuando lo lea haré la correspondiente reseña. De momento voy a extraer frases del famoso libro porque ciertamente para entender el ideario político de Hitler es imprescindible leerlo. Corresponden a la primera parte del libro:

- Estoy firmemente convencido de que en general todas las ideas constructivas, si es que realmente existen, se manifiestan, en principio, ya en la juventud.

- Establecer mejores condiciones para nuestro desarrollo a base de un profundo sentimiento de responsabilidad social, aparejado con la férrea decisión de anular a los depravados incorregibles.

- Hasta la edad de los 17 años la palabra "marxismo" no me era familiar, y los términos "socialdemocracia" y "socialismo" parecíanme ser idénticos. Fue necesario que el destino obrase también aquí abriéndome los ojos ante un engaño tan inaudito para la humanidad.

- Me impresionaba el recuerdo de ciertos hechos de la Edad Media, que no me habría agradado ver repetirse.

- Como hombre amante de las libertades, no podía imaginarme otra forma posible de gobierno. Y justamente por eso era yo un enemigo del parlamento austríaco. Su forma de actuar la consideraba indigna del gran prototipo inglés.

- Cuanto menos grave sea la responsabilidad que pese sobre el Führer, mayor será el número de aquellos que, dotados de ínfima capacidad, se creen igualmente llamados a poner al servicio de la nación sus imponderables fuerzas. De ahí que sea para ellos motivo de regocijo el cambio frecuente de funcionarios en los cargos que ellos apetecen y que celebren todo escándalo que reduzca la hilera de los que por delante esperan... La consecuencia de todo esto es la espeluznante rapidez con que se producen modificaciones en las más importantes jefaturas y oficinas públicas de un organismo estatal semejante, con un resultado que siempre tiene influencia negativa y que muchas veces llega a ser hasta catastrófico.

- Nunca será suficientemente rebatida la absurda creencia de que del sufragio universal puedan salir genios; primeramente hay que considerar que para una nación no en todos los tiempos nace un verdadero estadista y menos aun de golpe un centenar.

- ¡El mundo no se ha hecho para los pueblos cobardes!

- Las doctrinas e instituciones religiosas de un pueblo debe respetarlas el Führer político como inviolables; de lo contrario, debe renunciar a ser político y convertirse en reformador, si es que para ello tiene capacidad.

- La naturaleza no conoce fronteras políticas; sitúa nuevos seres sobre el globo terrestre y contempla el libre juego de las fuerzas que obran sobre ellos. Al que entonces se sobrepone por su esfuerzo y carácter, le concede el supremo derecho a la existencia.

- Espíritu y voluntad de sacrificio del individuo en pro de la colectividad.

- La capacidad receptiva de la gran masa es sumamente limitada y no menos pequeña su facultad de comprensión, en cambio, es enorme su falta de memoria.

- La masa del pueblo es incapaz de distinguir dónde acaba la injusticia y dónde empieza la suya propia.

- Suele verse y descubrirse más fácilmente el síntoma externo de una enfermedad que la causa interna de la misma.

- No hay que olvidar que una institución que no tiene ya la decisión firme de defender por todos los medios su estabilidad, ha claudicado prácticamente.

- El pecado contra la sangre y la raza constituye el pecado original de ese mundo y marca el ocaso de la humanidad que se le rinde.

- ¿Qué sentimiento de humanidad es ese según el cual   por no hacer daño a uno solo se deja que otros cien sucumban?... Se deberá proceder sin piedad al aislamiento de enfermos incurables; bárbara medida para el infeliz afectado, pero una bendición para sus contemporáneos y para la posteridad.

- La gran masa de un pueblo no se compone de filósofos y es principalmente para las masas para quienes la fe constituye la única base de una ideología moral. Los diversos substitutos no han probado su eficiencia ni su conveniencia, para que se hubiera podido ver en ellos una provechosa compensación de las creencias religiosas.

- Hay verdades que están tan a la vista de todos que, precisamente por eso, el vulgo no las ve o por lo menos, no las reconoce.

- Basta la observación más superficial para demostrar como las innumerables formas de la voluntad creadora de la naturaleza están sometidas a la ley fundamental inmutable de la reproducción y multiplicación de cada especie restringida a sí misma.

- Los conquistadores pecan contra el principio de la conservación de la pureza de su sangre que habían respetado en un comienzo. Empiezan a mezclarse con los autóctonos y cierran con ello el capítulo de su propia existencia.

- Fue después de la esclavización de pueblos vencidos cuando comenzó a afectar también a los animales el mismo destino y no viceversa, como muchos suponen; pues, primero fue el vencido quien debió tirar del arado y solo después de él vino el caballo.


21 de junio de 2011

70 Aniversario de la invasión de Rusia


Hoy se cumple el 70 aniversario de la invasión alemana Rusia, o más exactamente, de la antigua Unión Soviética. Mucho se ha escrito desde entonces y aún no he existe un consenso claro sobre el porqué o sus consecuencias reales. Desde aquí os propongo que abramos un debate al respecto y planteo alguna cuestión:

- ¿Fue un error la invasión de la Unión Soviética?
- ¿Fue Hitler engañado por sus informadores o fue engañado por Stalin?
- ¿Fue en realidad un fracaso la invasión o un triunfo a medias?
- ¿Debemos agradecer a Hitler el hecho de que Stalin no lograra invadir Europa entera?



16 de junio de 2011

Discurso de Hitler sobre críticos e intelectuales

- Cuando me fijo en los estratos intelectuales que existen entre nosotros veo que, desgraciadamente, los necesitamos; porque de otra forma, un día cualquiera, no lo se, podrían ser exterminados o algo semejante. Por lo tanto, cuando me fijo en estas capas intelectuales y me imagino su postura y la examino, por lo que respecta a mí mismo, en relación con nuestro trabajo, entonces casi tengo miedo. Porque, casi desde que actúo en la política, y especialmente desde que gobierno al Reich, solo he registrado triunfos. Y, a pesar de ello, esa masa nada alrededor de forma a veces horrorosa, asquerosa. ¿Qué sucedería si tuviéramos un solo fracaso? También esto podría suceder, señores. ¿Cómo se comportaría entonces este pueblo de gallinas?... Fue mi mayor orgullo, antiguamente, el haberme creado un Partido que siempre estuvo detrás de mí en tiempos de derrotas y siempre de forma fanática. Esto constituía mi mayor orgullo y... para ello debemos educar a todo nuestro pueblo. Debe ser educado en un credo absoluto, intransigente y lógicamente esperanzador: al final conseguiremos todo lo que sea necesario. Todo ello solo puede conseguirse, sólo puede ser convertido en realidad, mediante apelaciones constantes a la fuerza de la nación, haciendo resaltar los valores positivos de un pueblo y dejando completamente de lado los factores denominados negativos.

   Mas para ello es también necesario que la prensa profese ciegamente la creencia en el fundamento básico de que la jefatura siempre actúa correctamente... Solo de esta forma conseguiremos, así me agradaría decirlo, librar a todo el pueblo de una duda que sólo contribuye a su infelicidad. La amplia masa solo conoce un deseo: ser bien dirigida y poder confiar en su jefatura, que la jefatura no se pelee entre si, sino que aparezca unida ante el pueblo. Créanme, lo se exactamente, en el pueblo alemán nada se recibe con mayor alegría que mi presencia en la calle, como el 9 de noviembre, cuando a mi lado se hallan todos mis colaboradores, y el pueblo dice: Éste es fulano, ése es mengano y aquel es zutano. Y el pueblo se siente entonces amparado bajo la idea: éstos se mantienen unidos, estos siguen todos a su Führer y el Führer se mantiene fiel a estos hombres, éstos son nuestros ídolos. Es posible que más de uno de nuestros intelectuales no lo comprenda. Pero esas sencillas personas allí fuera... ¡éstas lo quieren de esta forma! Esto ya fue así, antiguamente, en la historia alemana. El pueblo siempre es feliz cuando algunos se mantienen en la cúspide tan unidos, ello facilita también al pueblo que se mantenga unido allí abajo.

Citado en Joachim Fest

  

9 de junio de 2011

El Führer cumple 50 años

Durante el III Reich, los cumpleaños de Hitler se celebraban con un desfile militar. Cuando Hitler alcanzó los 50 años, Alemania ya era una poderosa nación y el Führer quiso demostrarlo al mundo exhibiendo su moderno ejército. Hitler quiso impresionar a los diplomáticos extranjeros. Los 50 años de Hitler, en 1939, fueron también una buena excusa para presentar al pueblo alemán los logros conseguidos en los últimos años. Si Hitler hubiera muerto en 1939, hoy el mundo hablaría de él como el de un gran estadista que consiguió sacar de la pobreza a un país en un tiempo récord. No es de extrañar que los alemanes le adoraran. En cierta forma, el culto a Hitler se encontraba en su cenit y era un culto que llegaba al paroxismo. No es de extrañar que en las escuelas los alumnos recitaran entre otros estribillos:

- Adolf Hitler es nuestro salvador, nuestro héroe
Es el ser más notable de todo el mundo.
Por Hitler vivimos,
por Hitler morimos.
Nuestro Hitler es nuestro Señor,
que gobierna un mundo nuevo y valiente.

Pero Hitler nunca fue partidario del culto hacia su persona. Lo dijo en infinidad de ocasiones. Precisamente ese culto le creaba a Hitler innumerables problemas. John Toland menciona en su biografía las quejas de Hitler con respecto al culto a su personalidad.

Sin embargo, el 50 aniversario de Hitler también fue celebrado en las iglesias y Hitler fue bendecido por multitud de obispos y el mismo Papa le envió una felicitación.

Para tan importante fecha, Goebbels organizó el día con mucho cuidado. Fue la celebración del cumpleaños de Hitler más asombrosa que se hizo.  El día anterior, el 19 de Abril, ya comenzaron los festejos.  Cientos de estandartes  y antorchas decoraban las calles. Una nueva carretera quedó inaugurada.  Ya a medianoche, Hitler fue felicitado por su séquito más íntimo, como secretarias y su personal. Veamos algunos de los regalos que Hitler recibió de sus amigos:

Speer le regaló un modelo de cuatro metros de un arco de triunfo proyectado para Berlín.
El piloto de Hitler, Hans Baur, le regaló un modelo cuatrimotor "Cóndor".
Estatuas de desnudos en mármol.
Piezas en bronce, cuadros de Lenbach y Tiziano, tapices, bordados con emblemas nazis...

Sin embargo, es sabido que Hitler no le gustaban los lujos. A Speer le dijo en una ocasión:

- Odio toda clase de lujos en el dormitorio. Me siento más a gusto en una cama sencilla... Mire, yo me conformaría con una casita en Berlín. Tengo poder y prestigio suficientes para prescindir de tanto dispendio. Pero créame: los que vengan detrás de mí necesitarán imperiosamente esta clase de representación, que será lo único que permitirá a muchos de ellos mantenerse en la cima. Es increíble el poder que puede ejercer una mente mediocre sobre los demás cuando se presenta rodeada de tal esplendor. 

El día 20 de Abril, un gran desfile presidido por Hitler duró casi cinco horas.Cientos de miles de personas, venidas de toda Alemania, se unieron a la celebración.  Su personal acabó absolutamente agotado tras semejante desfile. Sin embargo, Hitler parecía no agotarse nunca.