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6 de febrero de 2012

Opiniones sobre Hitler

Cedade publicó en el centenario del nacimiento de Hitler, en 1989, dos especiales en los que incluía la visión que tenían del Führer diversos personajes. Extraigo algunos pasajes que considero interesantes. Florentine Rost van Tonningen , viuda de Meinoud Rost van Tonningen, numero dos del Movimiento Nacional Socialista de los Países Bajos, muerto en extrañas circunstancias tras la guerra. Ella dijo de Hitler:

- Los puntos culminantes de mi vida fueron: mi encuentro con el Führer, Adolf Hitler, un hombre que dedicó toda su vida al servicio del pueblo, cumpliendo su misión, encomendada por la Providencia. ¿Qué otro dirigente en todo el mundo consiguió unir a hombres y mujeres de todas las clases sociales en un todo solidario? Él se dedicó a todos.

- ¡Ustedes no pueden imaginarse de qué forma era querido y respetado! ¡Cómo se ofrendaron a él los soldados alemanes, especialmente de la SS, luchando caballerosamente, sirviendo de ejemplo al mundo entero!. Bajo su mandato reinaron el orden y la disciplina típicas de la tradición alemana. Los Congresos del Partido y las manifestaciones fueron acontecimientos únicos, que no habían tenido lugar nunca antes de forma semejante en toda Europa.

- Me encontré con Hitler en el año 1940, junto a mi marido, con ocasión de una conversación privada en el Hotel Adlon de Berlín. Su carisma y serenidad absolutas produjeron en mi, como en todo el que tuvo la suerte de conocerle personalmente, un profundo respeto. En nuestra conversación remarcó el gran respeto que sentía ante las mujeres del norte, crecidas de raíces cósmicas. Hitler elogió a todas las mujeres que se sacrificaron por sus maridos, por su familia y su patria y las consideraba la piedra angular de la nación. Agradezco a la Providencia haberme podido encontrar varias veces junto a mi querido esposo, ante nuestro Führer Adolf Hitler. Hitler fue la herramienta y el profeta, del que emanaba espiritualidad.

El número dos de la revista incluía un reportaje sobre Hitler y los animales. De hecho está extraído del librito del mismo nombre publicado en los años 70. Es un librito que a mi me gusta especialmente. No tiene mucha calidad, pero contiene fotos de Hitler rodeado de animales, la mayoría ya conocidas hoy y, básicamente sus reflexiones sobre los animales extraídas de sus conversaciones. En este blog se han publicado ya algunas. Me gustó especialmente una carta enviada desde Spandau por Rudolf Hess a su mujer en donde habla de forma indirecta de Hitler:

- Me conmovió la desgracia del pequeño perro. ¿Puede dudar alguien realmente que exista un alma finamente modelada en los animales? No lo puedo remediar: la idea de matar y de comer una criatura con una vida interior más sensible que la de muchos hombres es horrible, independientemente de que si haya pueblos que son especialmente aficionados a la carne de perro. No creo que el alma de otros animales -animales que son alimento moral para el hombre- se encuentre por debajo de la del perro. Teníamos una vez con nosotros un cervatillo en Reicholdsgrün que vino a nosotros como un bebé para que lo alimentásemos y que se convirtió pronto en un compañero inseparable de juegos de los niños aunque quería también a los mayores, los cuales le correspondían, hasta que por fin un día, escapándose del jardín, saltó del arroyo desapareciendo en el bosque, donde pronto encontró el amor de un ciervo, amor que superó a todo lo demás, quedándose en el bosque. Pero cuando nosotros caminábamos por el bosque se nos aparecía para saludarnos, incluso cuando estaba acompañado de crías, contemplada por los de su especie que, ciertamente, se extrañaban, pues debido a su instinto había aprendido lentamente que la bestia debe comportarse con extrema prudencia respecto al hombre.

- Nuestro cervatillo nos visitaba de tiempo en tiempo en el jardín y en la casa. ¡Qué pensamiento tan absurdo sería el aprovechar una de estas ocasiones para matarle porque su carne sabe tan bien! Lo mismo podría decirse del, para nosotros menos simpático, ganado vacuno: no hay más que ir a un matadero y contemplar cómo la pobre víctima, imaginando su destino, es empujada hasta el matarife. Uno que fue vegetariano durante 15 años de su vida (se refería a Hitler pero no lo menciona por su nombre debido a la estricta censura que le impide cualquier alusión política) me dijo en una ocasión que la mayoría de los hombres renunciarían a comer animales si se viesen obligados a matarlos personalmente y yo estoy convencido por mi parte de que con el progreso hacia formas superiores de cultura y ética nuestra especie acabará por fin apartándose con horror de toda forma de canibalismo, incluso de las aún hoy practicadas con los animales.

La segunda parte de la revista ofrece 100 opiniones sobre Hitler. Destaco alguna:

- Esta guerra no ha nacido de un capricho de Hitler o de Mussolini. Esta guerra forma parte de la guerra milenaria entre usureros y trabajadores, entre la usurocracia y todos lo que hacen una jornada de trabajo honrado con el brazo o con el intelecto. (Ezra Pound)

- No, Hitler no era un hombre vulgar. Por el contrario era una persona muy inteligente, con gran imaginación y una cultura musical muy profunda. También tenía unas hermosas manos y cuando se hablaba con él normalmente no se le caía el flequillo sobre la frente. (Diana Mitford)

- En Hitler palpitaba una activa concepción frente a la vida, que exigía una participación interna cada vez mayor; pero en el fondo, sus elementales arrebatos de cólera eran una prueba de la pasión que ponía en todas las cosas. (August Kubizek).

- Hitler ha sido el más grande Héroe de la historia alemana. La lucha de Hitler contra la marea bolchevique fue no solo en beneficio de Europa, sino del mundo entero. (Karl Dönitz).

- Adolf Hitler fue mi amigo, desde el día de nuestro primer encuentro hasta su muerte. Y yo también fui su amigo. (Heinrich Hoffmann).

- Era un hombre que sabía lo que quería y que estaba seguro de alcanzar su objetivo. Poseía una gran constancia y tenacidad. Estaba convencido de que tenía y de que podía salvar Alemania y que a ello estaba llamado. (Emmy Göring)

- Hitler había dado la orden incluso de hacer regresar del frente a las personas con talento fuera de lo común, para que pudiesen trabajar en las obras de arte... Él deseaba que la vida artística no se detuviese. Lo quiso hasta el final. (Arno Breker)

- Hitler daba la impresión de ser altamente inteligente, dejaba entrever una valiosísima y confiada memoria, parecía educado y era capaz de ofrecer claras exposiciones. (Herbert Hoover). 

- Le gustaba pasear por el jardín y sentarse junto a la chimenea de la casa: la llamaba la tahona, ya que le hacían pasteles de almendra, justo lo que le gustaba a él... Siempre quería que los médicos le dijeran la verdad sobre su condición física... Hitler tomó la costumbre de no irse nunca a la cama hasta estar seguro de que el último avión enemigo había abandonado el espacio aéreo alemán... Solía hacer una corta siesta por la tarde de 10 minutos... Lee mucho, por supuesto, mucho, especialmente antes de quedarse dormido... El Führer le da mucha importancia a estar delgado. (Dr. Theo Morell)

- Hitler aunaba los dones de la bondad y la dureza y los golpes de la vida, en vez de suavizarlo, lo galvanizaron más. (Conde von Krosigk)

- Hitler tenía una creencia firme en su papel histórico y en que él mismo era una criatura del destino... Poseía una férrea voluntad de afrontar los riesgos y un talento especial para simplificar los asuntos que otros hombres creerían difíciles. (Allan Bullock)

- Hitler con frecuencia encuentra soluciones extremadamente sencillas para problemas que a otros hubieran parecido insolubles. (Schacht)

- El Führer me da la impresión de ser una persona de sentimientos sumamente sinceros. Casi quisiera decir que aquí reina un ambiente de paternal cordialidad. (Hans U. Rudel)

- Hitler seguramente permaneció fiel a Eva Braun y nadie ha dudado tampoco de la fidelidad de ella para con él. (Prof. Hasselbach)

- Hemos recorrido el mundo. Pero las cosas que hemos visto en Alemania serían difíciles de imaginar. Es un milagro que solo un hombre y una voluntad pueden explicar. (Eduardo VIII)

- No sabes lo que Hitler tiene en la cabeza hasta que no tienes el honor de escuchar a este hombre extraordinario. (Wallis de Windsor)





28 de junio de 2009

La Nueva Cancillería




La Nueva Cancillería del Reich es muy representativa de lo que fue Hitler: un proyecto mastodóntico, que fue construido en un tiempo récord y que finalmente fue destruido. Creo que es el símbolo por excelencia de Hitler. El encargado de construirla fue el arquitecto de Hitler Albert Speer. Recurro a las memorias de Speer para conocer de primera mano el proyecto. A finales de enero de 1938 Hitler llamó a Speer y le comunicó:

- Tengo un trabajo urgente para usted. Dentro de poco tendré que celebrar reuniones importantísimas, y para eso necesito grandes vestíbulos y salones que me permitan impresionar sobre todo a los pequeños potentados. Pongo a su disposición toda la Vosstrasse. Me da igual lo que cueste. Sin embargo, hay que construir deprisa y, además, las obras tienen que ser sólidas.



Hitler le preguntó a su arquitecto si podía terminarla en el plazo de un año. Speer le aseguró que en ese plazo se la construiría. Para ello hubo que derribar edificios de la Voss-Strase para poder despejar el terreno. Speer presentó a Hitler un anteproyecto en el que se veía que el visitante llegaba en coche hasta un patio de honor después de atravesar un gran portal. Para acceder hasta el descomunal despacho de Hitler había que atravesar largos pasillos. Hitler dijo:



- ¡Durante el largo recorrido desde la entrada hasta la sala de recepción tendrán tiempo para captar algo del poder y la grandeza del Reich!


Hitler era muy meticuloso con los proyectos arquitectónicos. Él mismo dibujaba bocetos y se preocupaba de todo. Sin embargo en esta ocasión dejó las manos libres a su arquitecto. Según Speer, rara vez se entrometió en el proyecto. La construcción de la Nueva Cancillería es una proeza alemana impresionante. No solo porque se construyó en menos de un año, sino por la construcción tan impresionante que fue. Hitler quedó impresionado. Speer terminó el encargo dos días antes de lo esperado, lo que le valió fama como organizador. Seguro que eso fue determinante en su nombramiento como Ministro de Armamentos.

Cuando Hitler vio concluida su obra, hizo algunos cambios. La sala de recepción le pareció pequeña y ordenó que se triplicara. El gran despacho de Hitler le satisfizo especialmente. La Cancillería fue adornada con esculturas de Arno Breker. Las cifras de la construcción de la Cancillería son descomunales: cuatro mil obreros trabajaron en dos turnos. Otro mil trabajaron en distintas partes de Alemania para construir partes. Todos los obreros, carpinteros, albañiles, montadores etcétera fueron invitados a visitar la obra terminada. Hitler les habló a todos en un discurso. Les dijo:

- Aquí soy el representante del pueblo alemán. Y cuando reciba a alguien en la Cancillería, no será Adolf Hitler como particular el que reciba al visitante, sino el Führer de la nación alemana. Por consiguiente, no soy yo quien lo acoge sino Alemania a través de mí.

Hitler sabía a la perfección las medidas de todas las salas. Condecoró a Speer con las insignias de oro del Partido y le regaló una de sus acuarelas.

La Cancillería se inauguró el 12 de Enero de 1939. Hitler recibió en la gran sala a los diplomáticos.
Es fácil de imaginar la amargura de Speer cuando vio su obra destruida al final de la guerra, cuando visitó a Hitler en el búnker. En la película El Hundimiento hay una imagen de él bajando por las escaleras de su Cancillería destruida. Es una imagen increíble.

Con semejante bagaje, las fuerzas aliadas se esmeraron en destruir este símbolo de Hitler. La Cancillería sufrió muchos bombardeos y fue blanco de la artillería soviética. A pesar de estar muy dañada al final de la guerra, el edificio podría haberse conservado. El mismo Churchill no pudo evitar hacer una visita con mucha curiosidad.

Sin embargo se decidió destruir por completo la Cancillería. Con las piedras y mármoles los rusos erigieron un monumento conmemorativo. Este monumento es todo lo queda de la Cancillería:

2 de marzo de 2009

Hitler y los artistas


 Hitler fue un gobernante muy preocupado por el arte. De la misma forma que persiguió a los artistas que no encuadraban en su universo cultural, alentó y protegió a otros muchos. El tiempo que dedicó a la arquitectura y al arte en general nos da una idea de cuáles eran los objetivos de Hitler. Veía la política como un incordio y en cuanto podía se reunía con artistas, entre los cuales se encontraba más cómodo que entre militares y políticos. No hay que olvidar que el mismo Hitler fue un artista, frustrado o no, pero un artista al fin y al cabo. Hitler siempre aprovechaba la más mínima ocasión para pintar o garabatear algo. Hoy vamos a ver su relación con dos artistas muy conocidos de su régimen: Leni Riefenstahl y Arno Breker. Su relación con el arquitecto Albert Speer merece, por supuesto, un apartado especial.
La actriz, bailarina y cineasta Leni Riefenstahl cayó también hipnotizada por el influjo del Führer incluso antes de la llegada al poder de este. Son de sobra conocidas sus obras, El Triunfo de la Voluntad y Olympia. Sin duda esas obras han pasado a la historia del cine. Cualquier aficionado o estudiante de cine ha de conocer sus revolucionarias técnicas. La Riefenstahl sufrió una terrible persecución al término de la guerra. Tanto que ya no pudo ejercer como directora. Difamada y calumniada, tuvo que huir a África para poder expresar su arte. ¿Fue legítima su difamación y su censura sin descanso hasta su muerte? Imaginaos si el nazismo y Hitler nos llaman la atención en la actualidad lo que debió arrastrar en su momento a millones de personas. Leni Riefenstahl no fue diferente del resto de hipnotizados alemanes. Y mantuvo una relación de amistad con Hitler. La pobre Leni tuvo que padecer la persecución durante el resto de su larguisima vida. No hubo día que no le recordaran su amistad y colaboración con Hitler. Supongo que para ella vivir en África fue toda una vía de escape, en donde los nativos desconocían su pasado. En los años 80 escribió sus memorias, en donde abundan vivencias con Hitler. Veamos alguna de ellas:

Navidades de 1935. Leni Riefenstahl es invitada a casa de Hitler, en Múnich:

 Hitler vestía de paisano. Se mostró campechano. La habitación estaba modestamente amueblada y era poco confortable. Había una gran estantería con libros, una mesa redonda con un tapete de encaje y unas sillas.

- Como usted ve, señorita Riefenstahl, no doy valor al confort y a las posesiones. Cada hora que pasa la necesito para resolver los problemas de mi pueblo. Por esto cualquier posesión es una carga para mi, incluso mi biblioteca me roba tiempo, y leo muchísimo. 

- Si uno "da", también debe "tomar" y yo tomo de los libros lo que necesito. Tengo que recuperar mucho. En mi juventud no tuve medios ni oportunidad de crearme una cultura. Cada noche leo uno o dos libros, incluso cuando voy a acostarme tarde. 

- Y ¿cuál es su lectura favorita?, pregunto Leni.

- Schopenhauer.. él fue mi maestro.

- ¿Y no Nietzsche?, preguntó Leni.

- No, con Nietzsche no se qué atenerme. Es más artista que filósofo. No tiene la inteligencia tan clara y transparente como Schopenhauer. Naturalmente, aprecio a Nietzsche como genio; escribe quizá el lenguaje más bello que puede mostrar hoy la literatura alemana, pero no es mi modelo. 

- ¿Cómo pasó usted la Nochebuena? preguntó Leni

- Viajé con mi chófer de un lado para otro por carreteras y pueblos, hasta que me entró sueño. Es lo que hago cada año por Nochebuena. No tengo familia y estoy solo.

- ¿Por qué no se casa?

- Sería un acto de irresponsabilidad por mi parte atar a una mujer a mi. ¿Qué podría ofrecerle? Casi siempre tendría que estar sola. Mi amor pertenece por entero a mi pueblo... Y si tuviera hijos ¿qué sería de ellos si un día la suerte se aleja de mi lado? Ya no tendría ni un solo amigo, y mis hijos tendrían que soportar humillaciones y quizá incluso pasar hambre. 

- Trato de mostrarme agradecido siempre que puedo, porque la gratitud es una virtud que no se practica lo bastante. Tengo a mi lado personas que me ayudaron en años malos y a quienes debo lealtad, aunque no siempre poseen las capacidades que su posición requiere.

Finalmente, en un alarde de sinceridad Hitler le confesó:

- Le confié a usted que nunca me casaría. Esa joven -dijo señalando el busto- es Geli, mi sobrina. La he amado mucho. Es la única mujer con la que habría podido casarme. Pero el destino no lo quiso. 

Arno Breker fue uno de los escultores favoritos de Hitler. Aquí podéis ver alguna de sus obras. Lamentablemente los americanos destruyeron toda su obra. A veces nos quejamos de que los nacionalsocialistas destruyeron obras y quemaron libros. También lo hicieron los americanos. Personalmente la destrucción de la obra de Breker me parece abominable. 


Tengo un libro de gran formato con fotografías de la obra de Breker y con entrevistas con el autor. Al término de la guerra sufrió una persecución y censura similar a la de Leni Riefenstahl.

Veamos alguna opinión de Breker sobre Hitler:

- Hitler había dado la orden incluso de hacer regresar del frente a las personas con talento fuera de lo común, para que pudiesen trabajar en las obras de arte. Y yo, ya era el hombre que debía descubrirles. Él deseaba que la vida artística no se detuviese. Lo quiso hasta el final. Ví a Hitler por última vez en 1944. Me hallaba como de costumbre sentado frente a él Me miraba detenidamente, sin pronunciar una sola palabra. Yo sentía que sus ideas se detenían en los planes gigantescos que deseaba realizar, la transformación de las ciudades... y frente a él se hallaba el hombre capaz de terminar aquello que soñaba. Su cara traslucía una expresión realmente trágica, tanto que parecía transformado.