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7 de junio de 2013

El caso Rauschning

Son muchos los lectores que me preguntan por Rauschning. Recientemente desde el blog Filosofía Crítica , se me preguntó también sobre este personaje.

Rauschning es un personaje con muy poco crédito en la historia. Ningún  historiador actual da crédito a sus libros. De hecho todas las afirmaciones de Rauschning son inventadas. Es absolutamente imposible retener en la memoria párrafos enteros que este hombre atribuye a Hitler. Prueba tu a mantener una conversación con alguien y después de unas horas intenta escribir lo que ha dicho: es imposible. Pero bueno, el historiador suizo Wolfgang Haenel investigó el libro y llegó a la conclusión de que era un fraude total. Para ese historiador, "el libro solo tiene valor como propaganda de guerra aliada". 

 Al principio este hombre fue tomado en serio, incluso por Trevor-Roper, pero incluso éste quedó en entredicho por haber bebido de las fuentes de Rauschning. El libro "Conversaciones sobre la Guerra y la Paz" , las famosas conversaciones de sobremesa de Hitler, tuvo una introducción de Trevor-Roper en 1953 que tituló "La mente de Hitler". Pues bien, la mayor parte de las fuentes de Trevor-Roper están totalmente desacreditadas, en especial las que se refiere a Rauschning.

En una segunda edición publicada en los años 80, Trevor-Roper reconoció su error al usar fuentes de Rauschning pero se justificó diciendo que, aunque inventadas, eran veraces, lo que constituye un engaño a todas luces al lector. 

El conocido libro de Rauschning "Hitler me dijo" se puede descargar de Internet con facilidad. 


Rauschning no fue un jerarca del nazismo. Solamente cuando vio que no pudo ascender, despotricó del régimen convirtiéndose en un enemigo. Es natural que no haya que fiarse de sus declaraciones, a todas luces fantasiosas. Se trasladó a Suiza, Francia, Reino Unido, para mudarse finalmente en 1942 a EEUU donde adquirió la ciudadanía. Allí colaboró con Henry Morgenthau,  a quien ya conocemos por sus planes contra el pueblo alemán. 



Poseo el libro que veis arriba, "Confesiones íntimas". Curiosamente en la introducción el editor advierte:

"El título que presentamos ha sido centro de un áspero debate: algunos estudiosos lo han señalado como un documento apócrifo, nacido al calor de la propaganda aliada. Según palabras del autor, es el resultado de diversas reuniones y conversaciones que el líder nacionalsocialista mantuvo con su círculo más cercano, y de las que él mismo, en compañía de otros dirigentes del entorno hitleriano, fue testigo directo y partícipe. Siguiendo sus opiniones, fue en esos encuentros donde Hitler dio a conocer sus ambiciones y planes secretos, que exponen sin tapujos sus ideas verdaderas, ideas que siempre ocultó.... sin eludir la controversia de su origen, la presente edición tiene por objeto rescatar un documento vivo, escrito por un protagonista inmerso en una época terrible....."

Así que si el editor mismo del libro admite controversia, nosotros no tenemos más que añadir: las declaraciones de Rauschning son falsas a todas luces.

En todo caso, voy a poner ejemplos que aparecen en el libro y que a cualquier aficionado en la materia deberían provocar la carcajada:

Por ejemplo, en el capítulo "El Anticristo" nuestro  Rauschning asegura que en una ocasión se reunió en la Cancillería con el "flamante canciller del Reich" Hitler. Incluso se atreve a citar a destacados líderes del nacionalsocialismo que estuvieron presentes en la reunión. Cita  a Julius Streicher, el gauleiter Wagner, la señora de Goebbels...  Rauschning nos asegura que Hitler llegó en ese momento del cine y que el príncipe Augusto Guillermo de Prusia hizo el siguiente comentario "Es una cinta muy endeble y mala, ¡Ah! , nos queda aún una misión educadora por cumplir". La cita del príncipe viene acompañada de una anotación en la que hace una pequeña biografía del aristócrata y, tranquilamente, nos dice que vivió entre 1864-1927, con lo cual es muy difícil que el príncipe susodicho hubiera asistido a la reunión, ya que Hitler solo fue canciller a partir de 1933. Naturalmente, suponemos que se referirá a  Augusto Guillermo Heinrich Günther, que falleció en 1949 y que sí colaboró con Hitler. En todo caso, es sonrojante que citen una reunión de Hitler con alguien que ya estaba muerto. 

En el libro nuestro Rauschning cita a menudo a otro embustero y mentiroso con respecto a Hitler: el conocido Ernst Hanfstängel. Con lo que ya tenemos otra prueba más de la falsedad de las conversaciones de Rauschning. 

Fest, el biógrafo que más crédito dio a Rauschning

Curiosamente John Toland ni menciona a Rauschning. Sin embargo Joachim Fest lo menciona a menudo en su biografía de Hitler. Comienza mencionando la obra de  Rauschning "La revolución del nihilismo". En esa obra, nos dice Fest,  Rauschning asegura que "Hitler y su estrecho círculo de seguidores no eran más que falsos revolucionarios que ni tenían ni luchaban por ninguna ideología concreta, sino que utilizaban varias ideologías con un único fin: la conquista, afianzamiento e incrementación del poder personal". Más adelante Fest da credibilidad a las fantasías de  Rauschning y pone en boca de Hitler semejante frase: "Debemos ser crueles. Debemos reconquistar para la crueldad a la buena conciencia. Sólo de esta forma podremos extirpar de nuestro pueblo la blandura y el sentimentalismo burgués, esta 'calma idílica', esta beatífica felicidad. No hay tiempo para los bellos sentimientos. Debemos obligar a nuestro pueblo a la grandeza, si queremos que cumpla con su cometido histórico." No contento con que nos traguemos semejante embuste, más adelante Fest sigue dando crédito a  Rauschning con actitudes impropias de Hitler con frases como "Yo no quiero descender otra vez. Usted quizá pueda esperar. ¡Usted no está sentado sobre el fuego! ¡Hombre, escúcheme, sin trabajo! Antes de volverlo a ser, me convertiré en delincuente. Yo me mantendré arriba, aunque tenga que hacer lo imposible. ¡No volveremos a atacar otra vez para alcanzar esta cima!". Sorprende mucho que Fest de crédito a este tipo de frases descabelladas.
Kershaw, uno de los mayores difamadores de Hitler
Ian Kershaw (de quien volveré a hablar en breve) no menciona a  Rauschning en su biografía de Hitler. Y lo cierto es que incluso dijo que la obra de Rauschning no merecía credibilidad. Es de esperar, que  si el mayor oportunista sobre Hitler que es Kershaw, quien no desaprovecha ocasión alguna para difamarle, no pudo utilizar las citas de Rauschning, la sentencia absoluta es que Rauschning es uno de los mayores bulos.

Pero curiosamente, si  Rauschning fue un hombre al que Hitler se manifestó de manera tan íntima, Hitler no lo menciona si quiera en sus conversaciones privadas, lo cual es muy sospechoso. 

17 de octubre de 2011

"Mein Kampf" Historia de un libro

El periodista Antoine Vitkine ha escrito un libro sobre la historia de Mein Kampf. Al poco tiempo de leerlo te das cuenta que el autor lo ha escrito con muy poco respeto. Llama a Hitler "joven chivato al servicio del ejército", en lugar de llamarle lo correcto, que sería "informador" o si se quiere, "espía". Así pues, el libro comienza con malos augurios. Con todo, el autor nos ofrece reflexiones interesantes:

- En verdad que hoy es imposible leer Mein Kampf sin tener presente que el proyecto que contiene fue realizado casi en totalidad, sin pensar en los crímenes cometidos por su autor. Pero ésta no es la situación de un contemporáneo que abre Mein Kampf en 1925. Éste tiene ante los ojos un libro político y un testimonio de una actualidad al rojo vivo.

No obstante, Vitkine arranca su obra con unos complejos muy manidos sobre Hitler. Son los de siempre:

- Todo proceso de escritura tiene origen en conocimientos y razonamientos, pero también, conscientemente o no, en una psique. A este respecto, la psique del escritor Hitler es extremadamente atormentada. 

Es decir, Vikine ha escrito un libro con las mismas premisas de siempre: que Hitler tuvo una mente atormentada y enferma. Piensa que Hitler fue un hombre frustrado y con dificultades, un hombre lleno de odio "poseído por una manía persecutoria".  Yo difiero bastante de esas apreciaciones. Es evidente que Hitler se sintió frustrado y lleno de odio cuando acabo la I Guerra Mundial. Y yo apunto: ¡como todos los alemanes de la época! Hitler fue un producto de su época, por supuesto, pero sus proyectos van mucho más allá de eso. Él tuvo siempre un proyecto de futuro. Su "obra", si se me permite la expresión, no es solo contemporánea. Él pensaba siempre en el futuro. Este aspecto lo omiten siempre sus biógrafos y escritores puntuales. No obstante, el autor se da cuenta también de eso:

-  Mein Kampf es en gran parte el reflejo -y el producto- de su época.

Sin embargo, nos regala frases tan facilonas y manidas como siempre:

- Mein Kampf, por tanto, no es únicamente el libro del Tercer Reich, sino un breviario del odio, surgido del lado oscuro de Occidente.

Una curiosidad del Mein Kampf: a partir de 1933, el libro se publicó en una edición en braille, de seis volúmenes. El libro se puede consultar en la biblioteca universitaria de Múnich.

Se calcula que al final de la guerra se habrían distribuido un total de 12.450.000 ejemplares del Mein Kampf.

Otro error, a mi modo de ver garrafal y malintencionado, es incluir citas en el libro de Hermann Rauschning.  Como ha quedado bien claro las declaraciones de Rauschning fueron inventadas. Que a estas alturas se sigan utilizando las citas de Rauschning me parece, como poco, deshonesto. Basta investigar más bien poco para saber que Rauschning fue un farsante: http://en.wikipedia.org/wiki/Hermann_Rauschning. Incluso se atreve a poner frases de Rauschning en el libro, como esa frase falsamente atribuida a Hitler: "yo sí quiero la guerra y todos los medios para llegar a ella serán válidos". La frase salió de la boca de Rauschning, no de Hitler. No contento con eso, Vitkine sigue poniendo citas de Rauschning a lo largo de todo el libro. No solo eso, Vitkine tiene la desfachatez de mencionar, más adelante: "aun cuando los historiadores cuestionen hoy la exactitud de estas conversaciones, merece la pena citar la introducción redactada por Rauschning". Vamos, que menos vergüenza no se puede tener.

El libro tiene muchas contradicciones. Por ejemplo, tan pronto dice que Hitler se opuso a las publicaciones de extractos de Mein Kampf como, varias páginas después, decir que se editaron libros con fragmentos para escolares. También menciona la publicación de libros basados en Mein Kampf, como "Madre, háblanos de Adolf Hitler" de Johanna Haarer. Dice el autor que al final Hitler acabó prohibiendo los extractos de su libro. No he podido comprobar esa información. Desconocemos si fue por una cuestión política o editorial.

Vitkine parece justificar a Stalin cuando afirma que pactó con Hitler "con el fin de liberarse de la presión nazi." Pero ¿quién puede creerse semejante afirmación?

También afirma que "El Tercer Reich puede jactarse de haber cumplido prácticamente todo lo que su Führer había preconizado en Mein Kampf: un estado racista y totalitario, el alistamiento de la juventud, leyes raciales, medidas de eutanasia -aunque con éxito moderado-, el Anschluss, la expansión territorial, el ataque a Francia, la guerra total y cruel al Este o incluso el exterminio de las razas inferiores, judía y gitana." Y afirma que Hitler no se desvió "de la línea constituida por sus ideas de juventud, las de Landsberg, de veinte años atrás." Sin embargo no pone ejemplos. En todo caso, ya se ha discutido mucho sobre la política hitleriana de los años 30. Por supuesto el ideario de Hitler estaba presente siempre, pero la política se basa siempre en acontecimientos presentes e inevitables, algo a lo que Hitler tampoco pudo escapar.

El autor hace responsable a Hitler de los veinte millones de muertos soviéticos.

El tema principal del libro, aparte de contar con poca fortuna la historia de Mein Kampf, es intentar culpar a la población alemana de lo ocurrido en la guerra, ya que casi todos los alemanes leyeron el libro.

Después hace un repaso sobre las ventas del libro en la actualidad. Por ejemplo, dice que muchos alemanes compran Mein Kampf en una librería alemana de Ibiza (España).

También hace alusión el autor a la polémica sobre legalizar el libro. Ya comenté hace un tiempo que existe el proyecto de editar Mein Kampf con comentarios. Es decir, se tratará de que la gente no se haga una idea por si misma de lo que lee.

Sobre la prohibición de tener el libro, el autor aclara que los libros editados antes de 1945 son perfectamente legales, ya que se compraron de manera legal. De forma que se puede tener en casa un Mein Kampf original de la época (considerablemente más caros, por cierto) pero no las ediciones posteriores que circulan por Internet.

El libro termina con una invitación al debate sobre la legalización del Mein Kampf en Alemania y en otros países. Y se hace eco de las, cada vez más voces, que opinan:

- "Nuestras víctimas han sufrido, pero nosotros también hemos sufrido". Según Vitkine, cada vez más alemanes opinan así.Ciertamente sobre Hitler y el nazismo apenas se da tregua  a la población. Siempre está en boca de todos: políticos, prensa, televisión, escándalos mediáticos... No hay personaje histórico con más presencia que Hitler.

 Se describe en el libro el asunto de Eva Hermann en 2007, famosa presentadora de televisión que dijo "No todo ha sido negativo en el nazismo" y que fue despedida por ese motivo.

Queda poco tiempo para que en el año 2015 el libro se pueda editar sin que el estado de Baviera pueda reclamar, ya que a los 70 años los libros se pueden publicar directamente. No sabemos lo que decidirá el estado de Baviera si permitir su publicación (comentada, a buen seguro) o continuar con la prohibición creando alguna nueva ley ex profeso.

Sin embargo Mein Kampf es un libro tremendamente popular en todo el mundo. En India es muy popular y apreciado. En Turquía es un bestseller...nada puede frenar la difusión de ese libro. Al final Vitkine saca siete lecciones, siendo la última esta:

- Prohibir Mein Kampf no sirve para nada, es inútil mantenerlo a distancia u ocultarlo en el fondo de los inconscientes colectivos, aun cuando eso fuera posible. Mein Kampf está entre nosotros, y estará entre nosotros todavía por mucho tiempo.

18 de enero de 2009

Falsificaciones


Existen muchas memorias y libros sobre Hitler que se sabe a ciencia cierta que son falsos y sin embargo continúan vendiéndose y con un cierto crédito. Existe un libro, muy difundido, de Hermann Rauschning llamado 'Hitler Confesiones Íntimas 1932-1934' que se sabe perfectamente que es una falsificación.  Rauschning emigró de Alemania en 1936 y después a Estados Unidos. Su libro es un ajuste de cuentas con Hitler, digamos que una venganza. No lo hizo solo para ganar dinero sino para desacreditar a Hitler internacionalmente. El régimen nazi hizo lo posible para impedir su publicación. No existe hoy ningún historiador que afirme la autenticidad de las frases atribuidas a Hitler en el libro. Todo fueron invenciones de Rauschning. No se trataba de conversaciones auténticas sino de ficciones del autor. Todo se lo inventó Rauschning. Sin embargo ese libro tuvo una importancia en las futuras biografías de Hitler realmente importante.  Yo me compré el libro por curiosidad porque incluso está reeditado no hace mucho por una editorial llamada "Círculo Latino". Incluso en la contraportada del libro la editorial afirma que existe "controversia" en cuanto a su autenticidad y tienen la desfachatez de decir que el libro supone "un documento valioso". Bien, el libro dio pie a numerosas frases atribuidas a Hitler que mucha gente conoce. Veamos algunas de estas falsas frases:

- No capitularemos jamás. Sucumbiremos, quizá, mas arrastraremos a todo un mundo en nuestra caída. 

- En Brasil edificaremos una nueva Alemania. Allí tendremos cuanto necesitamos.

- ¡Qué me importan a mi la ventura o la desgracia de los otros!

- Si el judío no existiera, habría que inventarlo. Necesitamos un enemigo visible, y no sólo un enemigo invisible. 

En fin, confieso que no pude terminar el libro. Con Hitler ocurre un hecho impensable en el mundo de la historia y de las editoriales: que aún a sabiendas de que existen muchas falsificaciones y obras muy dudosas, se siguen publicando con normalidad. También es cierto que existen muchas publicaciones sobre el periodo nazi y, sobre la II Guerra Mundial en particular, que aparecen de forma muy periódica, escritos por supuestos historiadores que apenas han leído nada y están llenos de prejuicios y escriben acerca de Hitler con entera libertad. Y es que con la historia y, con la historia de Hitler en particular, ocurre un hecho innegable: que las mentiras se van acumulando hasta formar una montaña en donde ya es muy difícil aclararse.