1 de abril de 2009

Conversaciones de Hitler


- Sólo las cocinas de campo han hecho posible la guerra de movimiento, porque ellas, por lo menos, aseguran una comida caliente al día.


- Hay gente que piensa que será muy duro para mi el día en que no pueda trabajar como lo hago ahora. ¡Al contrario, será el día más hermoso de mi vida!

- Cuando escucho a Wagner, me parece oír el ritmo de un mundo prehistórico.

- Toda mi vida no ha sido otra cosa que una continua obra de persuasión.

- Antes de leer un libro miro cómo termina. Después hojeo algunas páginas aquí y allí, a la suerte. Sólo si la impresión es positiva, lo leo desde el principio.

- Si la I Guerra Mundial no hubiera existido, yo me hubiera convertido en arquitecto, tal vez el primer arquitecto de Alemania. Pero seguramente no me habría convertido en el primer financiador de todos los mejores arquitectos de Alemania.

- La burguesía sabe volverse heroica, ¡y cómo! apenas se le toca la billetera.
- Lograremos resolver el problema de las nacionalidades si durante doscientos años sabemos imponer un mismo régimen a todos los pueblos de Europa.

- No se le debe dar mucho valor a la vida individual. Si la existencia de uno de nosotros fuera indispensable, no estaría esclavizada a la muerte.

- Yo no me mezclo con la fe, pero o tolero que ni siquiera un párroco se meta en mis asuntos. Siendo joven era partidario de un método expeditivo, el de la dinamita. Sólo más tarde me he dado cuenta que el problema no puede liquidarse de manera instantánea. Es preciso dejar que la Iglesia caiga por sí sola, como una rama marchita. La juventud sana está con nosotros.


- En términos generales, no debe enseñársele a un hombre más de lo que verdaderamente le sirve. ¡De otro modo, se le cansa el cerebro por nada!

- Yo no voy a la iglesia a escuchar el servicio divino. Si voy, es sólo para admirar la belleza de la arquitectura de la iglesia.

- Yo gasto mi dinero para mantener mi cuartel general, y lo prefiero así porque al menos evito complicaciones burocráticas con el Tribunal de Cuentas del Reich. Por otra parte, no puedo llevarme mi dinero a la tumba y no tengo herederos. En cuanto a gozar de la vida, pienso como Federico el Grande:  no he nacido para gozar del mundo, sino para transformarlo.

- Hay personas que, empujadas por el entusiasmo, por la resurrección del pueblo alemán, ven en mi un profeta, un segundo Mahoma o un Mesías. Respondo con toda claridad que no estoy hecho ni para ser un profeta ni un mesías.

4 comentarios:

  1. Interesantes. Me parece curioso como se fija en los mínimos detalles y como es, en esos pequeños detalles, donde fundamenta imporantes avances. Otra cosa que simpre me ha llamado la atención es como esalza al ciudadano de a pié/obrero/artesano,etc... y, sin embargo, trata de rebajar a los altos cargos/mandos etc...

    ResponderEliminar
  2. Hola Mar:

    Efectivamente, sobre eso último que comentas quiero hablar en mi próximo post... saludos!

    ResponderEliminar
  3. Hola Nacho... Me llamó la atención las frases que el Führer pronunció dirigidas a la iglesia. ¿A qué se refería? Es decir, si no me equivoco, en los discursos del Führer, él siempre sacaba a relucir a Dios como un apoyo para la comunidad alemana. Leyendo el libro del Doctor D. Polacco de Menasce (judío que apoya al revisionismo, como tú sabes), reconoce que Hitler consideraba al cristianismo como la base para Alemania.

    En Mein Kampf, como sabes, por todas partes el Führer hace mención de dios... ¿Contradicciones o malos entendidos de mi parte? Como considero más probable la segunda opción, es por ello que me atrevo a escribirte. Aprovecho para enviarte un cordial saludo y gracias infinitas por tu ánimo en la conservación de este blog.

    Atte: Ana V.

    ResponderEliminar
  4. Ana, estate atenta al nuevo post, porque voy a incluir nuevas frases de Hitler con respecto a la religión.

    Ciertamente parece no existir un consenso sobre Hitler y la religión. Tengo la impresión de que ocurre como con todo: que cada uno tira para sus intereses. Existe gente que piensa que Hitler y el III Reich fueron anticatólicos y existen grupos que consideran que el nacionalsocialismo fue un movimiento casi religioso.

    Lo cierto es que tenemos muchas declaraciones de Hitler sobre la religión. Conviene recordar que a principios de siglo XX, triunfaban las teorías científicas y, sobretodo, darwinistas. Hitler no fue ajeno a esa corriente.

    En fin, personalmente tengo la impresión de que Hitler, obviamente, no fue una persona religiosa. Desde luego, hablaba a menudo de "la Providencia" pero creo que lo utilizaba como si se tratara del "destino".

    Saludos,

    ResponderEliminar