8 de febrero de 2010

Hitler, el personaje más difamado de la historia

La odontóloga Menevse Deprem-Hennen ha realizado un trabajo sobre las actas del dentista de Hitler. Lo primero que debemos analizar es qué interés histórico puede tener semejante trabajo. Una vez que llegamos a la conclusión del absurdo, podemos criticar a la autora, sobre todo viendo las conclusiones que obtiene. Veamos:

 "Adolf Hitler padecía halitosis, parodontosis y tenía miedo al dentista". ¿El título del libro? También muy bonito: "El dentista del diablo". Lo curioso viene después. Si bien el titular afirma que Hitler padecía halitosis etc, la investigadora dice "es muy probable que Hitler padeciera una fuerte halitosis". Pero la desfachatez continua: "Es probable también que, como muchas personas, Hitler tuviera miedo al dentista". Como vemos, la coletilla "es probable" aparece antes de la información. Esta técnica es tan habitual en los estudios de Hitler que nos indica claramente que el estudio ES UNA MENTIRA. Nos indica simplemente que una nueva persona desea lucrarse con Hitler y, a falta de novedades, escribe algo medianamente original. Yo es que ya estoy esperando los siguientes trabajos: "A Hitler le olían los pies" acompañado de un informe secreto de su callista. Tampoco podemos descartar un sesudo estudio titulado "Hitler se tiraba pedos" aunque me temo que este ya existe, puesto que algunos están empeñados en sacar a relucir los problemas estomacales de Hitler.

Lo que debemos analizar es lo siguiente. Empezando por el título "El dentista del diablo", lo realmente curioso es que todos estos rasgos de Hitler que se empeñan en sacar a relucir, pertenecen precisamente a los de una persona normal, y máxime a los de una persona que vivió durante una época en la que era normal tener una dentadura deteriorada. En aquella época la odontología no estaba tan estandarizada como en nuestra sociedad, aunque por cierto, Hitler sí que lo pretendió. Lo que quiero decir es que una dentadura deteriorada hace de Hitler un personaje humano, y no precisamente un diablo, como sugiere el título. Por otra parte, si tan pestilente resultaba su aliento, me sorprende mucho que ningún colaborador, de los que tenemos cientos de testimonios, no haya dicho nada al respecto.

La siguiente noticia del día tampoco tiene desperdicio: "Hitler consumió Viagra primitivo". Evidentemente hay una malicia manifiesta en la declaración. Según un libro de próxima aparición, del que ignoro título y autor, el doctor Morell inyectaba a Hitler un preparado a base de testosterona. Nada nuevo. Todos los que hemos leído sobre Hitler sabemos que el doctor Morell le inyectaba cosas muy raras. Pero desconocíamos que fuera para "no fallarle a Eva Braun".  Conociendo a Hitler un poco, que fue una persona muy recatada con su intimidad, que nunca se mostró en bañador en público, que al mismísimo Morell le costaba verle con una simple camiseta interior, que no quiso exhibirse en público montando a caballo como hacía Mussolini etc...  se me hace muy difícil que el Führer se presentara ante su médico y le dijera "Morell inyécteme una dosis ahora que voy a empotrar a Eva". Perdón por la vulgaridad. Tratándose de Hitler, me parece absolutamente imposible. Se puede ver la noticia en este link, Es de muy mal gusto especular con la vida sexual de nadie.
Lo cierto es que en los últimos tiempos estamos viendo cómo aparecen nuevas y disparatadas difamaciones. Es como si alguien se hubiera dado cuenta de que contando que Hitler fue un asesino no basta para que no se extienda su sombra. Hay que decir a la masa que Hitler no solo fue un asesino, también fue homosexual, sufría de halitosis, era impotente etc.   En muchas ocasiones me han pedido que escriba un libro sobre Hitler. Ciertamente no soy la persona más indicada para hacerlo pero se me ocurre un titulo: "Hitler, el personaje más difamado de la historia".  Eso sí fijaos en la imagen de la izquierda lo mucho que le divierten a Hitler estas historias.