20 de diciembre de 2010

Primera Navidad en Obersalzberg

Lo primero, desear una feliz navidad a todos. Esto me recuerda que ya son varios años escribiendo el blog y, como vemos, Hitler nos da para mucho. Es una fuente inagotable de escrituras. Esta vez, y dado que nos encontramos en estas fechas, transcribo las palabras de Hitler contando con mucha ilusión sus primeras navidades en el Obersalzberg, el lugar donde el Führer se encontraba mejor.

- En 1928 supe que se alquilaba la casa Wachenfeld. Pensé que era una solución excelente y me decidí a ir a verla. No había nadie. El viejo Rasp, con quien tropecé, me dijo que las dos señoras acababan de irse. Winter, que hizo construir la casa había sido un industrial de Buxtehude. Le había dado el nombre de soltera de su mujer: Wachenfeld. 

Las dos señoras volvieron. "Perdonen, señoras: ¿son ustedes las propietarias de esta casa? He sabido que la querían alquilar.

- ¿Es usted el señor Hitler? Somos miembros del partido.
-Esto viene a las mil maravillas.
-Entre, venga a tomar una taza de café.

Entonces visité la casa y quedé seducido, sobre todo por el cuarto grande. Nos pusimos de acuerdo en seguida. Las propietarias estaban encantadas de alquilar toda la casa por un año, en el precio de cien marcos por mes. Consideraban que les hacía un gran favor no dejando la casa vacía. Tuvieron a bien añadir que en caso de venta, lo que no era probable, me darían preferencia.

Anuncié inmediatamente la noticia, por teléfono, a mi hermana de Viena, pidiéndole que hiciera el favor de venir a desempeñar el papel de ama de casa. Nos instalamos en seguida. La primera Navidad allí arriba fue maravillosa. Como mi hermana se quedaba a menudo sola, con una criadita joven, le proporcioné dos perros guarda. Nunca le pasó nada.

¡Hay muchos lazos entre Obersalzberg y yo! ¡Tantas cosas nacieron y fueron realizadas allí! He pasado allá arriba las horas más bellas de mi vida. Mi pensamiento permanece fiel a mi primera casa. Fue donde todos mis proyectos maduraron. Entonces tenía ratos libres y ¡cuántos amigos encantadores! Ahora, es el embrutecimiento y la esclavitud. Ya no me queda más que estas pocas horas que paso con ustedes cada noche. 

A pesar de todo, Hitler siempre se refirió a los años 20 como la época más feliz de su vida:

- Aquella unión con el pueblo que sentía entonces, no me ha abandonado. Gracias a los lazos que me unen con él, soy capaz de compartir su penas y sus alegrías. Me coloco espontáneamente en su lugar.


Acompaño este post con unas fotografías de Hitler poco conocidas. Espero que os gusten, ya que son ciertamente curiosas. Por cierto, que he podido comprobar que este blog es muy visitado gracias a las fotos raras de Hitler. Un saludo a todos los lectores del blog y muchas gracias por vuestra fidelidad.